Cap 4:Amor dañino

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Stephen tenía un poco de miedo por lo que había sucedido con Lia, sintió tantas cosas dificiles de explicar, sentía que su mundo estaba a punto de explotar, se dirigió a la casa de Lia y golpeó con cierto temor, penso muchas veces en que no debía volver, en que era todo un error y que esto resultaria muy mal.

-Yo voy -se oía la pequeña y dulce voz de Lia del otro lado de la puerta con mucha emoción.

Al abrir pudo divisar a la pequeña Lia, con su cabello peinado y perfumado, lleno de pequeños crespos, los cuales caian en su vestido color pastel, con esa sonrisa tan hermosa, y en la parte de abajo unos pequeños zapatos rosados, qur combinaban con sus medias blancas, se veia tan preciosa y tan perfecta.

-¡Si viniste!, no me fallaste, eres la primera persona que me cumple una promesa, perdona mis modales, pasa, por favor -Dijo Lia muy entusiasmada.

-Si,aun hay mucho que hablar, y cosas que debemos dejar claras de una vez por todas, por cierto,te ves muy hermosa el dia de hoy, es un vestido realmente fantastico-Dijo Stephen entrando a la casa y viendo de reojo a Lia.

Lia sintió sus mejillas sonrojarse ante aquel comentario, su cara se encendia y se veia luz en ella.

-Gracias, tu tampoco te ves nada mal, esa chaqueta roja se te ve demasiado hermosa.

Lia era la viva imagen de la inocencia con sus vestidos color pastel, y sus absurdos juegos, con una mente perturbada.

Stephen se dirigió hacia la cocina, su estomago rugia, tenia muy hambre, se levanto del sofá y fue,no sin antes divisar a Lia.

-Voy a cocinar algo para los dos, tengo mucha hambre y supongo que tu igual, nada mejor que una botana para alegrar el estomago y la vida-Dijo dedicándole una sonrisa-Mira, toma el control remoto y busca algo en la TV, tal vez alla una pelicula o serie de television que quieras ver.

-No hay nada interesante en la tele, solo documentales y un par de novelas, Stephen ¿Puedo cocinar contigo?-Dijo Lia haciendo escapar un pequeño puchero desde el sofá.

-Nos quemaras vivos o perderé algun dedo si lo haces, ya lo vi venir, dejame llamar a mis padres para despedirme de ellos y decirles que los amo.

-¿Eso es un "Claro Lia, ven conmigo, podemos cocinar y nos divertiremos mucho cocinando porque eres una gran niña"?

-Es un, no toques el cuchillo, ni las tijeras, ni nada que tenga filo, por lo que mas quieras, no quiero salir sin pies o sin un mano.

Lia sonrió y se limitó a asentir, Lia se acercó y empezó a ayudar a Stephen, empezaron a cocinar y la cocina cada vez quedaba mas hecha un desastre, se reian y molestaban, eran felices a su modo.

Stephen estaba tan concentrado observando las maravillosas facciones de Lia, su cabello tan largo, esa sonrisa y esa forma tan especial de brillar,que no notó el momento que su dedo alcanzo a rozar un muy afilado cuchillo, una gota salió de el, el jadeó un poco de dolor, y Lia se asustó.

-¿Fue mi culpa verdad?, cielos, mira como te volviste, y todo por mi culpa-Decia Lia buscando algo con que limpiar la sangre, encontró su pañuelo de tela favorito, subió con el al cuarto, busco una maleta de emergencias y sacó alcohol.

-Quedate quieto-Decia Lia mordiendo su lengua,  tomaba su pañuelo y un poco de alcohol, mientras le curaba la pequeña abertura que tenia Stephen

-Me duele mucho, vaya cuchillo tan afilado-Decía Stephen cerrando los ojos, la sangre lo estaba incomodando cada vez mas, y le ardia el sentir el roze del alcohol en su dedo

Lia se acercó a Stephen, puso un curita en el dedo ya un tanto curado,  le dio un tierno beso en su mejilla y lo acarició suavemente en su pomulos, lo miro con sus ojos brillantes, Stephen no medía cuán cerca estaban, como sus miradas se encontraban, como su corazon latia mas rapido, mucho menos, que pasaba por la mente de Lia en ese momento, pero de repente, oyó un ruido estruendoso, lo que hizo que Stephen se levantara de golpe.

-Adios Lia, gracias por todo, enserio me diverti demasiado, ahi te queda comida entonces, y bueno, mañana nos vemos-Dijo Stephen yendose.

-Stephen, ¿Que paso?¿Estás molesto?, cambiaste de un momento a otro, dime si hice algo mal, lo solucionare-Decia Lia tras de el.

-No, solo debo irme, perdoname, enserio perdoname, pero me siento mal y la verdad es mejor que me vaya, ya mañana será un mejor día.

-Te espero mañana, ¿Verdad?-La cara de Lia mostraba susto, mostraba tristeza, ella no quería perder a Stephen, y contenía al maximo sus ganas de llorar.

-Esta bien, mañana nos veremos y posiblemente vemos la pelicula-Dijo Stephen viendo como la pequeña se veía tan triste.

Lia se quedó en la ventana mientras lo vio partir, lo miraba con nostalgia, con melancolia, mientras tanto, su madre la observaba.

-Lía, ¿podemos hablar un segundo?-Lia se volteó de golpe y la vio detras en la puerta, su mamá llevaba un buen rato mirandola y detallando la tristeza de su hija.

-Si mami, pasa, ¿De que quieres que hablemos?-Dijo Lia con temor a lo que su mamá le fuese a decir

-¿Que sucedió con Stephen?, ¿Te hizo algo malo?, nena, te veo con los ojos muy idos y tristes, me preocupa tanto verte asi, tu eres mas feliz, y desde que se fue Stephen has estado demasiado mal.

-Mami, el es un muchacho culto, no se atrevería a hacerme nada, es solo que estoy algo nostalgica ¿Sabes? Ultimamente me he sentido mas sola de lo usual.

-Esta bien hija, y entiendo que te sientas asi, pero comprende que esto no es facil para ninguna de las dos, mucho menos para tu hermano, las cosas no se dan para tener tiempo y poder conversar mas pero juro que intentare que eso cambie ,y otra cosa hija-Dijo la mamá de Lia con un poco mas de nerviosismo en su voz.

-Encontré un vestido tuyo lleno de algo viscoso y rojo, se que no es mermelada, ni mucho menos salsas,  dime que eso no es sangre hija.

-Mami, yo me golpee la pierna y decidí limpiarme con el vestido, pues no encontre nada mas en ese momento, pero es solo eso, no debes preocuparte.

-Dejame ver la herida hija, no es que no confie en ti, pero quiero saber si la herida fue muy grande.

-Esta bien-Para su suerte Lia se habia caido semanas antes, y tenia una pequeña herida que sobresalia de su pierna.

Lia levantó su vestido y le mostró una pequeña herida que tenia en la pierna, era muy pequeña pero con ello penso que podria convencer a su mamá de que se había caido.

-Hija, pero si es una pequeña herida,de una herida asi nunca sale ese montón de sangre, asi que, explicame como hay tanta sangre.

-Me pegue justo en una arteria, por eso tanta sangre, creeme mamá, fue en la escuela jugando con mis amigos, pero me pegue algo duro y por eso sangro tanto.

-¿Segura hija?, es que se me hace muy extraño, no me parece normal, y mucho menos que no me hayan llamado de la enfermeria para comentarme de ello.

-Si mami, solo fue eso, no quize a alertar a la enfermera, asi que no se enteró, y por ello no llamo, confia en mi, por favor, te lo pido.

-Esta bien amor, mejor ve a dormir, debió ser un día feo, y,¿no quieres que vaya por el botiquín?.

-No mami, estoy bien, no es necesario, mira, ahorita me ire a dormir, y mañana estare mucho mejor-Decia Lia con una sonrisa reconfortable.

-Esta bien, que descanses, duerme bien corazón-Le dió un beso en la frente, la tapo y la acosto a dormir

-Igualmente mami, te quiero, cerro sus ojos y se acosto a dormir

La mamá de Lia cerro la puerta y dejó a su pequeña dormir.

Lia (Amor Obsesivo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora