Espejo.

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Y lo abracé. Y se hizo pequeño ante mi cuerpo, se relajaron sus músculos y se transformó en algo más que un humano, más que unas extremidades y un par de oídos. Se convirtió en montones de sentimientos, en unos labios fríos y violetas, en un par de ojos buscando consuelo a su soledad. Y todo el mundo se paralizó, el tiempo dejó de existir porque él sollozó, dejando lo malo y buscando paz. Me soltó y su cuerpo se deshizo, como si no tuviera fuerzas para continuar, como si el Sol lo quemara y se derritiera, como si el cielo azul se cayera sobre su cabeza...
Lo que él no sabe, es que pondría todo eso a sus pies.

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⏰ Última actualización: May 02, 2016 ⏰

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