Decisiones

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No podía dejar de pensar en las visiones, miraba por la ventana tomando té tratando de descifrar que estaba sucediendo conmigo. Miré a Thranduil que leía tranquilamente con su mano sobre la mía, solo la retiraba para cambiar de hoja. No sabía como decirle que me pasaba sin que se preocupara, teníamos una vida tranquila que no habíamos tenido desde hace muchos años, tampoco sabía como decirles a mis hermanos sin que entraran en pánico y menos aún a papá que probablemente saldría corriendo en busca de respuestas a cualquier lugar. Por mamá no me preocupaba, no creo que le importe de todos modos. Terminé mi té y respiré hondo, no volvería a ocultar cosas de mi familia, la última vez casi resulta en la destrucción de mi matrimonio y eso es lo que menos quiero. Miré a Thranduil y sonreí.

-Hace mucho que no tenemos una cita
-Lo sé, extraño estar solo contigo- dijo levantando la mirada del libro con una amplia sonrisa.
-Hay un lugar donde dicen que la comida es buena- me levanté y me fui a sentar a sus piernas
-Podríamos ir esta noche- me abrazó por la cintura y me dio un beso en la mejilla
-Claro que sí, podemos ir a caminar por la orilla del mar después de eso
-Me encanta la idea

Nos besamos por un rato hasta que mis hermanos entraron haciendo mucho ruido como siempre me reí y fui a saludarlos. Salieron en la mañana antes de que me despertara a practicar tiro con arco, no porque hubiera alguna guerra cerca sino porque les gustaba, siempre habían preferido hacer eso. Yo extrañaba practicar con mi arco pero desde que llegué y las visiones empezaron en las noches normalmente me despertaba al medio día y no tenía mucha energía el resto del día por lo que me sentaba a leer junto a mi esposo que ocasionalmente acompañaba a mis hermanos en sus prácticas, creo que Thranduil ya sospechaba que algo no estaba bien.

-Te extrañamos practicando hermana- dijo Elladan mientras tomaba una manzana
-Lo sé, es solo que... levantarme temprano dejó de ser fácil, tal vez sea la edad
-No envejecemos- Elrohir dijo riendo
-Iré pasado mañana, pero me avisan.
-Lo prometemos- dijeron al mismo tiempo- iremos a visitar a papá, ¿vienes?
-Será otro día, tengo una cita con mi esposo.
-Está bien- dijeron y salieron corriendo.

Mi esposo había regresado a su lectura. Me senté junto a él, quería decirle pero no podía porque no quería arruinar lo que pasaría esa noche, tal vez después o mañana. Me levanté a arreglarme para esa noche. Primero me fui a dar un baño. Todo iba bien hasta que el agua se tornó rojo sangre, me levanté lo más rápido que pude y tomé una toalla pero en un parpadeo de ojos ya no era mi casa ahora era el barco de los Teleri, muchos elfos limpiaban la sangre del barco y tiraban algunos cadáveres al mar. La escena me dio nauseas y ganas de llorar. Miré a las montañas de Manwë donde se alzaba una silueta, no alcanzaba a distinguir quien hasta que escuché su voz, era Mandos y les estaba diciendo una maldición o tal vez solo su destino. Algunos tenían miedo, otros no parecían preocupados, fue entonces cuando las olas se volvieron enormes y el barco se sacudía. Regresé de la visión asustada y sostenida de la pared. Me calmé y terminé en lo que estaba

La cena fue perfecta, la comida deliciosa y lo mejor fue la compañía de Thranduil, extrañaba ser solo los dos, lejos de todos haciendo cosas que nos gustan. Caminamos por la orilla del mar que reflejaba las estrellas y la luna llena, las antorchas que iluminaban los caminos de Valinor daban una romántica luz cálida. Fue de las mejores noches de mi vida.

Cuando regresamos me decidí, les diría a todos mañana, por separado para que no me llovieran mil preguntas al mismo tiempo. Me quedé dormida abrazando a mi esposo y pensando en que les diría, pero en mi mente seguía dando vueltas la visión, había sido simple y en el fondo espero que todas sean así de ahora en adelante

Mis aventuras en Valinor. (Parte 2 de Mis Aventuras en Tierra Media)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora