Después del viaje

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-Debes decirle a nuestro hijo- comentó Thranduil mientras llegábamos a la casa

-Lo sé, pero aún no encuentro el momento- contesté, en realidad no encontraba cómo decirle a mi hijo y su futura esposa que tal vez estaba muriendo.- de todos modos están ocupados con la boda y no quiero distraerlos o arruinarlo. Ni siquiera han llegado

- Cómo sea pero no creo que sea justo para él

-Tienes que dejar de negar que se casará un día de estos, Thranduil

-Y tú tienes que dejar de ocultar cosas- dicho esto se fue a la biblioteca del palacio . Noté que estaba molesto y por eso no lo seguí pero quería hacerlo, no peleábamos desde hace tiempo y no quería empeorar las cosas. Me senté a pensar en lo que Gandalf había dicho y en porqué él me diría las preguntas. Revisé los ingredientes de la medicina y me di cuenta que no eran del todo fáciles de conseguir. Me acosté en el sillón con mi frustración y miré al techo pensando en cómo demonios conseguiría los tontos ingredientes. Para la cena llegaron mis hermanos pero no les hice mucho caso, quería estar sola con mis pensamientos.

-Hay gente que llega mañana, tal vez entre ellos esté Legolas- dijo Elrohir

-Eso mismo dijiste la última vez. Estoy empezando a pensar que no planea venir.- contesté aun mirando al techo mientras pasaba las manos por el papel

-Tienes que entender que Aragorn murió y que era su mejor amigo...- dijo Elladan

-¿Y crees que no lo entendemos nosotros? ¡Nuestra hermana se fue con Aragorn y nosotros estamos aquí!- gritó Elrohir y luego salió del cuarto azotando la puerta

-Aún es un tema delicado- dijo Elladan mirando por la ventana

-Siempre lo será Ell, no podremos comprender del todo la muerte si no somos mortales

Elladan se encogió de hombros y salió a dar un paseo. Me senté para poder ver a la ventana cuándo entró Thranduil y se sentó junto a mi. Nos quedamos mirando por la ventana hasta que Elladan se perdió de vista.

-Escuché gritos- dijo sin voltear a verme.

-El tema de Arwen aún es difícil de hablar, por eso nunca lo hacemos y si lo hacemos es muy vagamente

-No sé que hacer para ayudar a mejorar la situación- me encogí de hombros y él continuó hablando- escuché también lo del barco ¿iremos?

-La esperanza es lo último que muere, así que iremos.

-Estás de mal humor por que no encontraste respuestas tan pronto- me volteó a ver

-No, sólo siento frustración y miedo. Lo siento por contestar de esa manera, no estuvo bien.

-Yo también fui grosero, ya encontraremos el momento pero debe ser pronto- me abrazó y me acomodé junto a él y seguí estudiando la lista. La conversación se había sentido muy fría pero no me quise concentrar en eso, sólo en que habíamos arreglado las cosas un poco y ya no estábamos peleados.

La cena transcurrió en silencio entre los 3 ya que Elladan aún no volvía de su paseo. Fue extraño que las risas no inundaran el cuarto pero tal vez por el día de hoy el silencio era lo mejor. Dejamos los platos para que el servicio los lavara y nos retiramos a nuestro cuarto. Planeé el vestido para el día siguiente y fui a abrazar a Thranduil. Fue un día pesado y él siempre me hacía sentir mejor. Platicamos de los libros que estábamos leyendo y me quedé dormida más rápido de lo que esperaba. Esperaba una noche sin visiones pero no fue así.

Valinor en el tiempo de los árboles, de eso estaba segura. El campo de flores al este del palacio de Manwë, lo reconocía de nuestra visita hace poco. Empecé a caminar siguiendo la senda que se adentraba en el bosque, las visiones solían ser más claras que esto y me llamó la atención. Me acerqué a tocar el tronco de un árbol, se sintió demasiado real, nunca había sentido eso en un sueño. Quité la mano de golpe y me di media vuelta para regresar al campo de flores y tal vez de regreso a estar consiente pero a lo lejos escuché que alguien hablaba en tono muy bajo, cómo si no tuviera que estar ahí. La curiosidad fue mayor que yo y caminé en dirección a las voces mientras el bosque se volvía más espeso. Detrás de un arbusto había dos Maiar platicando. La de cabello rojo miraba para todos lados con nerviosismo y la de cabello café la miraba preocupada pero también había enojo en sus ojos.

-No tengo mucho tiempo antes de que Manwë sepa que estoy aquí- dijo la pelirroja- Melkor planea algo muy malo y tienen que estar siempre preparados. Nunca confíen en que se dio por vencido porque no lo hará

-¿Porqué habría de creerte Aridai? Nos traicionaste y te fuiste con Sauron, no puedo volver a confiar en ti

-Estoy arriesgando mi vida por estar aquí así que créeme. Ve y avísales a todos- dicho esto la Maiar salió corriendo. Su amiga se quedó y caminó con calma de vuelta al prado de flores. La seguí lo más rápido que pude pero tropecé con una rama. En lugar de caer al suelo como lo esperado me encontré rodeada de estrellas, cómo si cayera por el cielo. Miré a mi alrededor tratando de buscar respuestas pero no parecía haber nadie. En eso escuché una voz femenina que llamaba mi nombre. Tenía miedo y seguí volteando para todos lados pero seguía cayendo sola.

-Apúrate a encontrar las respuestas que necesitas o caerás en los salones de Mandos.

Al escuchar eso sentí más miedo pero la velocidad de caída aumentó. Cuando impacté en algo suave desperté y miré a mi alrededor alarmada pero estaba en mi cuarto. Eran apenas las primeras horas del amanecer y me di cuenta que fue otro sueño-visión. Sacudí el brazo de mi esposo que aún dormía junto a mi.

-¿Otra visión?- sólo respondí la pregunta asintiendo con la cabeza suavemente y lo abracé. Me dio un beso en la frente y me abrazó fuerte- todo saldrá bien

-Tengo el tiempo contado, amor- nos quedamos en silencio hasta que el sueño nos venció


NOTA DE LA AUTORA

Volví y espero que esta vez sea para bien. Espero que disfruten este capítulo. Nos vemos la próxima.

Los quiero

-Mariana Pace

Mis aventuras en Valinor. (Parte 2 de Mis Aventuras en Tierra Media)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora