Capítulo 4.

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Narra Idoia.

Jesús y yo estábamos corriendo como dos niños pequeños, como en los viejos tiempos.

-Ya, Jesús. Tu ganas, no puedo más. -dije apoyandome sobre mis rodillas e intentando recuperar el aliento.

-Debilucha. -rie.

-Tus ganas. -rio y me siento en el césped.

-¿Qué bonito todo no? -dice pasandose la mano por su tupé y mirandome.

-¿A qué te refieres? -dije mirandole seriamente.

-Que eres una falsa. -dijo borde.

-¿De qué hablas? -dije sin entender nada.

-Tu sabrás. -dijo mirandome con asco.

-Si no he hecho nada. -puse mis manos en la cabeza.

-De verdad... -dijo sin entender nada.

-¡De verdad que! Te estoy diciendo que no he hecho nada. -dije perdiendo mis nervios.

-Pues la gente no dice eso. -digo obviamente.

-Quien dice eso. -dije levantándome del césped.

-Te he escuchado meter mierda. -dijo mirandome bastante cabreado.

-Pues no sé que escucharás. -dije empezando a andar.

Alguien me coge del brazo.

-¿A dónde te crees que vas? -dijo Jesús a centímetros.

-¿Eres bipolar? A que si. -dije apartandome.

-Era una broma. -comenzó a reír a carcajadas.

-Eres subnormal, definitivamente. -digo enfadada.

-¿Te has enfadado?. -dijo preocupado.

-No, si quieres. -dije borde.

-Joder, lo siento. -dijo agarrandome la mano.

-Era broma bobo. -digo riendome y volviendome a sentar en el suelo, arrancando un poco de este.

-Puto susto. -se sienta a mi lado.

-Aunque admite que hace tiempo ibas metiendo mierda. -dice tumbandose y poniendo sus manos detras de la cabeza.

-Si, lo admito. Porque eres un chulo.

-Por eso todas las chicas se mueren por mi.

Ahora si, la has cagado Oviedo.

-Hasta luego. -digo y me voy.

Narra Maria.

Aquí me veis, en mi sillón, sentada, con mi amiga la bolsa de palomitas y mi "tengo ganas de ti".

-Yo quiero un Mario Casas.-pienso.

Nunca lo vas a tener.

Gracias conciencia.

De nada.

Mi amiga la conciencia.

De repente oigo un portazo y como dejan unas llaves a mala ostia.

-Tenias razón. -dice mi hermana sentandose en el sofá de al lado.

-¿Que ha hecho?. -ella me mira como si fuera obvio. -Menudo creido. -dije cuando lo entendí.

-Le he dejado allí, ahora me siento mal. -dice ella quitándome las palomitas.

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⏰ Última actualización: May 05, 2016 ⏰

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Cómo Tu No Hay Nadie. (Gemeliers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora