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Dean se encontraba de camino para ir a la cómic con que se organizaba en su  ciudad.

El evento empezaba a las 10:00 y ya eran las 11:00, ibq con retraso ya que no encontraba todo lo que tenia que ponerse para su disfraz . Iba solo ya que su hermano no quería acompañarlo en esta ocasión  pues tenía otros planes.

Dean iba vestido de su personaje favorito de Merlín, el Rey Arturo. Sabía que no habría muchas personas que le encantaran tanto esa serie como a él, pero realmente poco le importaba.

Llegando a la fila para entrar, chocó con alguien; fijó su mirada y vio a un chico de pelo oscuro vestido con ropas que parecían sacadas de la Edad Media.

-¿Merlín?

El chico lentamente se volteó y se fijó en la persona que sin querer le empujó.

-¿Arturo?

-El mismo. Creí que a casi nadie le gustaba este show.

-¿Estás de broma? Es mi favorito.

-¡El mío también! Perdón por haberte empujado, no me fijé en mi rapidez y tú fuiste como mi pared.

-No te preocupes, no fue nada tan grave. Y te perdono por el hecho de que estás vestido de Arturo; no esperaba para nada a Arturo.

-Hey-dijo Dean con cierto tono molesto, pero no le resultó ya que terminó estallando con una carcajada-. Mi nombre es Dean.

-Un gusto Dean, yo soy Castiel.

-¿Castiel, como el ángel del jueves?

-Sí, mi familia es muy religiosa, así que yo y mis hermanos tenemos nombres de ángeles.

-A mi madre también le gustaban los ángeles. Siempre me decía en las noches antes de que durmiera: los ángeles velan por ti Dean. Y creo que tiene razón.

La fila de la cómic con avanzaba lentamente, y los dos fans de Merlín seguían tranquilamente su conversación. Dean y Castiel compartían cierta química; puede que se acabaran de conocer, y no en una circunstancia común, pero ya parecían amigos de toda la vida.

Al entrar ninguno de los dos se había dado cuenta de que las personas encargadas de la fila los habían separado, lo que supuso un golpe bajo para Dean y Castiel. ¿Cómo se iban a encontrar en ese mar de gente? Eran muchas más de 1000 personas. Y a ninguno de los dos se le había ocurrido intercambiar números de teléfono. Sin más, estuvieron los dos vagando por la cómic con sin saber dónde se encontraba su alma gemela.

Dean se acercó lentamente al encargado de la música.

-Hola.

-¿Qué tal amigo? ¿Quieres pedir una canción?

-No, me preguntaba si me podrías dejar hablar por el micrófono, es que he perdido a mi amigo y no trae su celular.

El encargado de la música lentamente lo miró de reojo y le pasó el micrófono.

-Merlín, ¿dónde se supone que estás cuando te necesito? Tienes menos de 5 minutos antes de que vaya donde Gaius con los soldados.

Sin pasar más de 3 minutos, Castiel apareció ante Dean y el encargado de la música, que se llamaba Benny.

Castiel y Dean se miraron, entraron en un colapso y se pusieron a reír. Se iban acercando lentamente y, estaban tan cerca, que por inercia los dos se besaron.

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Bueno, mi hincapié en esta historia se debe a que cuando estuve en la cómic con se me venían ideas destielisticas y no me pude resistir a escribir. ¿Me dicen que les pareció esta historia? Les adelantó que el próximo capítulo se viene sabriel.
Muchas gracias por todo.

See u then bees 😍