Gigantesco apetito es el que día a día nos gobierna.
Últimamente nada de nuestro guardarropa nos queda.
Librarnos ya no podemos de todos esos kilos de más.
Ahogamos nuestras penas con otra buena rebanada de pan.
Gigantesco apetito es el que día a día nos gobierna.
Últimamente nada de nuestro guardarropa nos queda.
Librarnos ya no podemos de todos esos kilos de más.
Ahogamos nuestras penas con otra buena rebanada de pan.