Fugitivos

Capitulo Uno

Comisaria de Long Islad, NY
Julio 23, 2013

Genial, ahora me encontraba frente a ese guapo policía, parece que no acepta que una chica de 20 mató a una persona. Sólo él y yo, una mesa nos separa y parece ser que también se encuentra asustado.

-Te lo voy a preguntar una vez más Danielle. ¿Qué hacías en Mount Sinai sola a media noche?

-Sabes perfectamente, así que no sé por qué sigo aquí. 

-Me estoy fastidiando Danielle, ¿Podrías ser buena chica y darme lo qué necesito?

-¿Disculpa? - Voltee a verlo - ¿Lo que necesitas? Lo lamento señor Hughes, pero cuando yo necesitaba de su ayuda ni siquiera se molestaron en prestarme atención, sólo les regreso el favor, ahora... ¿Ya me puedo ir?

-¿De qué estas hablando? ¿Ya habías venido? - Su aspecto era confundido, obvio que había ido, cuando entendí las intenciones de ese maldito bastardo fui inmediatamente para avisarles y no cometer yo el trabajo sucio, pero claro, ¿Quién va a creerle a una niña de papi?

-Dylan, llego a pensar que eres un idiota. Sí, ya había venido, sí, me tacharon de mentirosa y sí, te dejare con la duda porque ya no pienso contestar otra cosa.

-Señorita Ross, le informo que una de sus respuestas anteriores la han confirmado como una sospechosa, por lo cual a partir de este momento usted será detenida durante 24 horas hasta que se  compruebe su inocencia y nada la relacione con el crimen. ¿Lo ha entendido? - Inmediatamente mire hacia la puerta cuando entró el comandante Thomas, ese hombre era aún más intimidarte en persona, había escuchado de él, según las personas, es el hombre más competente de todo el norte de Estados Unidos, obviamente son unos exagerados, gire los ojos - Parece que no, creo que se lo tengo que repetir; Sin pruebas, usted no sale, y no le hable a mi chico como si lo conociera de toda la vida.

-Oh, lo lamento, no sabía que usted y Hughes estaban saliendo - molesté.

-Entonces quiere jugar, muy bien, Hughes, tome las huellas de la señorita Ross, póngale unas esposas y trátela como una verdadera delincuente. Parece que es lo que quiere.-  Lo miré sorprendida - Quería jugar ¿cierto? ahora usted es nuestro ratón y nosotros los gatos.  - Se dirigió a la puerta - Puede hablar y decirnos lo que queremos...  - un pie fuera - o puede quedarse toda la noche en una celda y dormir sin una cobija.

-Espere - el giro - le contare todo

-¿Todo?¿De qué todo estamos hablando?

-Desde el comien...

-Comadante Thomas - Un chico delgado pero alto entro corriendo haciendo que los tres volearamos a verlo - Comandante Thomas yo... eh...

-Habla de una vez Woodgate, no tengo tu tiempo - contestó 

-Si señor, yo... nosotros...

-¡Responda ya! - brinqué del susto, ese hombre si da miedo.

-El disparo no venía del arma que se encontró con la señorita Ross...

Lo miré, ¿De qué estaba hablando? Estoy segura que yo había disparado

-¿Disculpa? - Interrumpí

-Ross guarde silencio, Woodgate ¿podrías explicarte?

-Si, bueno, los forenses determinaron que el arma tiene un calibre diferente a la bala y de ser cierto, la señorita Ross nunca disparó.