Parte 1

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Él volvió al pantano, cogido por una atracción indescriptible, incomprensible hasta para su propia lógica. Cogió una vara de entre los arboles y se desplazó a tal grado de mojar sus zapatos y pantalones bien planchados. 

De repente volteó a sus espaldas, lo había sorprendido el ruido de un ave nocturna que a esas horas comenzaba a hacer su aparición. Siguió su camino, divisando con sus ojos quién sabe qué, porque ni él sabía exactamente dónde fijar su atención.

Ya no tenía siquiera señal en su móvil, aunque tampoco lo sabía. Apenas daba cuenta de los pasos que daba entre el agua y el lodo.  

Hasta que en un claro, arrodillo su delgado cuerpo. No puedo segurar lo que pasaba por su mente en ese momento, eso nunca lo supe. Pero ese momento se prolongó unos cuantos minutos. Hasta que los rayos del sol ya no alcanzaban a tocarle.

A la mañana siguiente, llegó tarde al trabajo, con apenas unos zapatos desgastados del año pasado, y una carpeta llena de pendientes. Cogió su tarjeta de entrada, saludó a quien se cruzó en su camino y se detuvo a mirar el reporte de noticias en la televisión. Los tanques habían avanzado por el sur.

Subió a su oficina, encerrándose tan solo para salir a comer, al menos no había perdido el apetito. 

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