Querido Solace

33

Bastantes años después...

Will estaba parado en la puerta de su antigua cabaña en el Campamento Mestizo. Si bien vivía con Nico en Nueva Roma, cada tanto de ponía nostalgico y volvía al Campamento.

Y ese era uno de esos días.

Entró a su antigua cabaña y se dió cuenta de que nada había cambiado desde que se fue. Y eso le gustó.

Se sentó en una cama, que recordaba le pertenecía a Austin. Ahora pertenecía a una niña llamada Ally. Sonrió y buscó su vieja cama.

No le fue difícil encontrarla, ya que tenía su nombre rasgado en la madera. Y el de Nico. Recordó el día que hizo eso, y sonrió. Habían pasado más de 10 años,y aún lo seguía amando. Y cuanto que lo amaba.

Se sentó en su cama sin percatarse de que había aplastado algo. Siguió recordando cosas, como su primer día en la cabaña, cuando conoció a sus hermanos y hermanas, cuando se cayó de la cama y cuando tuvo su primer beso con Nico.

Suspiró.

Pasó unos cinco minutos ahí, recordando cosas, hasta que se dió cuenta de que estaba aplastando algo. Se levantó y vió un pequeño sobre.

Lo tomó entre sus manos y lo miró. No tenía nombre ni nada, pero la curiosidad lo vencía y no pudo evitar abrirlo.

Y vaya que no se arrepentía de haberlo hecho.

Cuando lo abrió, una sonrisa boba apareció en su rostro y una pequeña lágrima salió de su ojo.

"Querido Solace:

¿Te casarías conmigo?

-Anónimo."

Will estrujo la carta contra su pecho y susurró al viento:

"Sí, sí quiero".

(...)

Nico se sentía feliz. Por fin lo había hecho. Le pidió matrimonio al chico que más amaba en el universo, y ahora él estaba ahí, gritándole "¡SÍ!", abrazándolo y besándolo.

Nico creía que ese era el día más feliz de su vida, esa vida llena de altibajos que ahora parecía lisa.

Pero lo que él no sabía, era que le esperaban días más felices, al lado del hombre al que amaba y de la familia que de a poco irían formando...

FIN