Daniel
*Unas horas antes*
Me había despertado con buen ánimo, me bañe y me vestí para ir a la escuela.
Salí del departamento y tome el elevador al estacionamiento, estaba muy feliz porque mi novia Camila y yo íbamos a cumplir un mes más de noviazgo.
Tenía todo preparado, llevarla a un restaurante y regalarle un collar que le había gustado del centro comercial, también estaba planeando formalizar un poco más la relación, quería que ella supiera que íbamos en serio.
Abrí la cajuela y metí la bolsa de deporte, hoy tenía entrenamiento hasta las 4:00 pm, ya que soy un jugador de Lacrosse en el equipo de la universidad.
Conduje hasta llegar a la escuela, al bajar mi bella novia ya estaba esperándome, camine hacia ella con una sonrisa y la bese.
—Buenos días, amor.
—Hola Dani — la mire raro, nunca me decía así.
—¿Te acompaño a tu clase?
—No, sólo quería decirte que tal vez no pueda verte después de clase.
—¿Te sientes bien? — algo estaba mal, lo mejor sería insistir en eso después, tenía que arreglar las cosas para su sorpresa.
—Si, te veo luego.
Trate de no tomarle importancia, durante todo el día trate de concentrarme en las clases, pero fue inútil.
En la última clase ya no lo aguantaba más, guarde mis materiales con algo de rapidez.
No había visto a mi único amigo que estaba en el equipo, lo que era raro ya que siempre almorzamos juntos o nos vemos en los pasillos, camine hasta llegar al coche para dejar la mochila y tomar el bolso del deporte.
Al llegar al campo, fui a los vestidores, se me hacia raro no ver a nadie calentando pero no le tome importancia hasta que entré a los casilleros y estaba vacío.
Suspire, estuve a punto de salir pero escuche un ruido cerca de las regaderas, camine hasta allí y lo único que se escuchaba eran respiraciones agitadas.
Lo siguiente que supe fue que Camila estaba tratando de ponerse su ropa y Marco mi "amigo" me miraba avergonzado.
—Esto no es lo que parece, hermano. — empece a caminar hacia la puerta sin saber que hacer.
—¡Daniel! ¡espera!¡Te amo! ¡Daniel, por favor! — no planeaba detenerme, ni verla, no podía... Pero a ese bastardo, si que podía.
En cuestión de segundos ya estaba más enojado que decepcionado y me giré para ir hacia Marco.
—Daniel, amigo, te juro que yo no...
Ni siquiera sentí el dolor en mis nudillos del primer golpe, se tambaleo un poco y aproveché para darle un golpe en el estómago; me lance sobre el dando un puñetazo tras otro hasta que la sangre broto de su nariz y su boca.
Tomándolo con fuerza del cuello de la camisa le susurré: "En la puta vida me vuelvas a llamar así, no quiero que me hables y mucho menos que te me acerques."
— Y lo mismo va para ti
Le dije a Camila antes de salir.
Mire hacia arriba y comenzaron a sonar los típicos rayos antes de la tormenta, al entrar a la escuela choque con Kevin, más que mi mejor amigo, ya era familia.
—Hey Dan, se cancela la práctica hasta nuevo aviso... ¿estas bien? — miro mis nudillos lastimados y me miro a los ojos.
—Nada esta bien, K.
...
Evite todas las preguntas de Kevin lo más que pude y aún a así me hizo prometer que le contaría luego, cuando estuviera más tranquilo.
Camino al departamento me detuve en un autoservicio y compre dos botellas de tequila; lo primero que hice al llegar fue destapar la primera botella y poco tiempo después, casi sin darme cuenta, la segunda hasta que perdí la noción de donde estaba y lo que había pasado.