No me quieres... ¿Perder? © (MikuxLen)

Capítulo 2

Regalo.

El rubio se encontraba pensativo, no sabía el momento indicado para darle su pequeña creación a Miku, claro ese momento no era el indicado, la chica miraba algunos peces que tenía en cautiverio, ya llevaba cierto tiempo enseñándoles cosas básicas para su supervivencia.

Decidieron ver una película para pasar el rato, la sed invadió a Miku, así que bajo para buscar unos vasos y llevar algo de beber, la conciencia de Len le pedía que al regreso de la chica le diera su obsequio, cuando al fin se escuchó una voz, se puso de pie, esa voz era grave, comprendió que la persona que subía no era precisamente Miku.

Lo único que hizo fue ocultarse, ingreso al baño y se quedo en ese lugar, Mikuo insistía demasiado a su hermanastra, quería salir con ella como "familia", Miku claramente estaba algo molesta, más que nada nerviosa, ¿qué le diría a su hermanastro sobre tener a un chico en su habitación?

Por más que le gustara enfrentar a Mikuo, no debía hacerlo, no quería que tuviese otra excusa para no ver a Len, no quería seguir escuchándolo, así que solo fingió estar cansada y con soñolienta, Mikuo intento darle un beso en los labios, a lo que ella reaccionó y le dio una patada en el estómago dándole las "buenas noches"

Len escuchó las súplicas de Mikuo, incluso pudo ver lo que casi hacía, debía admitir que le molestaba, no podía irse a enfrentarlo porque causaría más problemas, no quería ver molesta a la chica de cabellos aguamarina, era claro que lo estaba, desde que el Mikuo inició a comportarse de manera extraña, ella le aclaró que solo lo quería y lo querrá como un hermano.

Como Miku no quiso tener más problemas, aseguró la puerta de su habitación, tan pensativa se encontraba que se olvidó del rubio, hasta que al fin volvió en sí, lo buscó en su baño, llevándose la sorpresa de que Len estaba terminando de vestirse, olvido la pequeña discusión que tuvo con Mikuo.

Le pidió que él saliera, ya que era su turno de cambiarse, Len obedeció la orden de Miku, se acostó en la suave y cómoda cama, para no sentir que esperaba demasiado, se entretuvo con el paisaje, admiraba la vista desde ese punto, veía claramente la vista hacia el azul y profundo mar, perdiéndose en el reflejo de la luna, era magnífico.

Cuando ella al fin salió del baño, Len se levantó de inmediato, pues el pensaba que dormiría en el suelo, Miku entendió lo que pensaba el rubio, así que le indicó que dormiría en junto a ella, al principio se negó, era obvio que no le causaría algún daño.

Tras varias súplicas, accedió a dormir con ella, al escuchar la aprobación por parte de él, Miku se aventó a la cama junto con su acompañante para poder dormir como siempre quiso, ya que anteriormente cuando intentaba pedirle dormir con ella, se negaba y dormía sola, ya que él dormía en el suelo con algunas mantas.

Miku le agradaba la sensación de tenerlo cerca, le alegraba saber que tenía toda atención por parte de él, con esto en mente ella se durmió al instante con una sonrisa.

Len: M-Miku~ —mueve levemente a su compañera—, se durmió... —Besa la frente de Miku—. Descansa —.

...

...

Otro día estaba iniciando, cuando Miku despertó de su gran descanso, se encontró con la mismísima soledad, Len no se encontraba por ningún lado de la habitación, tomó asiento algo confundida, el morfeo amenazaba con volver, hasta que la puerta se abrió repentinamente dejando ver a Mikuo llevando una bandeja con el desayuno.

El nerviosismo la estaba invadiendo, inclusive estaba a tan poco de preguntarle a Mikuo sobre Len, se regañaba internamente, claro que no podía preguntarle, solo acepto el desayuno para después arreglarse, no sin antes revisar su celular, encontrándose con un mensaje de Len.

Mensajes

Len:
Lamento haberme ido, no quiero causar problemas.

Miku:
Entiendo que digas eso por Mikuo, pero no olvides que yo estoy aquí para cuidarte.

Len:
¿Pasarás por mi?

Miku:
Claro, todo por mi Cinderella

Fin de los mensajes.

Después de leer el mensaje de la chica aguamarina, Len sonrió, aún no podía creer que seguía con el apodo que hace mucho tiempo le dedicó, según ella porque quería ser su "Romeo", como no quería el trágico final, lo cambio por uno mejor.

El timbre de la casa del rubio había sonado, Len seguía apresurado porque no encontraba sus zapatos, así que buscó hasta al fondo de la cama, recordando que por error los dejo en ese lugar al sacar la caja donde guardaba los posibles regalos para Miku.

Mientras se ponía sus zapatos escuchaba como la chica le decía a la madre de Len que le traía "gallo" algo muy común en el país de México en donde una persona le lleva serenata a su enamorada, lo más divertido de eso, es que la madre de Len seguía el juego de Miku, si no las conocieran pensarían que tienen zafado un tornillo.

Después de la obra de teatro de Miku y la señora, Len se fue junto a ella, no sin antes despedirse de su madre, nunca se cansaba de las pequeñas obras que Miku hacia para alegrarlo.

Era temprano para llegar a clases, así que ambos tomaron el camino largo, la felicidad gobernaba en Miku, una de las cosas que más le gustaban era ir tomada de la mano con Len sin que a él le incomodara, justo cuando llegaron al edificio, Miku siguió caminando esperando a que Len soltara su mano, solo que por esta vez no lo hizo.

Ahora la aguamarina se sentía la persona mas feliz del mundo, por primera vez en su vida lograba ir a un lugar estando tan cerca de Len, la hora de clases transcurrían con normalidad y aburrimiento, solo que ahora estaban con algo de presión por parte de su profesor quien dictaba demasiado rápido, Miku era rápida escribiendo, como terminó primero, veía el rostro preocupado de Len, sabía que no era de su agrado ser apresurado, así que le dio su cuaderno para que pudiese copiar todo lo que dictó el profesor.

La oportunidad se presentó para el rubio, escribió en la ultima hoja que se vieran en la azotea, la chica al recibir el cuaderno, leyó el recado de Len y fue a la azotea en receso, sin perder tiempo Miku recibió una pequeña caja por parte de él, la abrió de inmediato encontrándose con un anillo.

Continuará...

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Publicado originalmente: 10-Mayo-2016

Editado: 11-julio-2017