Enamorada de mi Socio ♡

CAPÍTULO 21

Estaba en mi departamento cuando alguien entra rompiendo la puerta al ver mi cuerpo empieza a temblar esos ojos diabólicos que me miraban con rabia quería correr pero mis piernas no reaccionaban.
- De esta no te salvas zorra - dice Pedro agarrandome de mis brazos.
- Por... favor... sueltame - le digo llorando pero el comienza a sacudir y me lanza una cachetada, grito lo que más puedo pidiendo ayuda.
- Nadie podrá salvarte ni tu querido Alexander, mira! -  grita, al levantar mi cabeza veo a Alec muerto en la entrada de la puerta, grito mi corazón se rompe.
-Nooooo!!- lo único que sale de mi boca.

-¡Savana! ¡Savana!!- dice una voz. Al abrir mis ojos se encuentran con la mirada de Alec preocupado.

-Alec...estas...bien- digo entre lágrimas. Me lanzo a su pecho abrazándolo.

- Shhh, tranquila,acá estoy. Solo fue un sueño.- me acaricia y besa mi frente yo solo lloro tratando de olvidar esa maldita pesadilla.
En sus brazos me sentía  tranquila mi paz vuelve dejo de temblar.

- Gracias Alec - me despego dejando frente a frente.

- ¿Gracias por qué?- pregunta con duda.

- Gracias por estar conmigo en mis crisis.- beso su mejilla.

- Ya que estas mejor me voy a ir acostar.- se levanta pero agarró su mano para que no se vaya.

- Por favor quedate conmigo esta noche - suplico no quiero quedarme sola.
Piensa unos minutos hasta que corre las sabanas y se acuesta acercandome al su cuerpo sin más me rendí en lo brazos de Morfeo.

Al despertar lo primero qe veo es su hermoso rostro, me levanto despacio tratando de no levantarlo había quedado en desayunar con Amador, cuando estoy lista salgo.

- Hola Amador- digo al llegar a la mesa donde me esperaba.

-Hey Ani - me abraza- No puedo creer que nos hayamos encontrado - dice muy alegre.

- Ni yo, pidamos algo que muero de hambre - Luego de pedir el desayuno nos ponemos hablar.

- ¿Cómo estas? Contame algo de tu vida - empieza a preguntarme.

- Estoy muy bien, ahora vivo en Nueva York manejo la empresa de mi padre. ¿ Pero vos qué es de tu vida? - pregunto porque hacía bastante que no sabía nada de su vida.

Sonríe. - Como viste ahora soy un empresario, soltero y muy codiciado por las mujeres  que vive la buena vida - dice con su voz arrogante, no puedo contener mis carcajadas ante sus palabras.  - No te rías Savana!!- Me reniega haciéndose el ofendido.

- Lo siento, pero no cambiaste nada seguís igual- digo muerta de risa.

- Pero la que cambio fuiste vos estas mucho más bella y por lo que veo sos muy feliz - si supieras que estoy tratando de volver a ser feliz pienso.
- Se nota lo feliz que sos con tu novio, están muy enamorados - juro que quiero soltar una gran carcajada ¿enamorados? Puff por favor tan buenos actores somos para dar esa sensación.

- Alec cambió mi mundo. Somos muy felices juntos - miento aunque es verdad que dio vuelta mi vida cuando lo conocí.

- Mi hermano sigue pensando en vos - soltó así de la nada mi expresión cambio hace mucho que no recordaba a Thomas es una historia linda que duró lo que tenia que durar y tengo los mejores recuerdos.

- No se que decirte, mi historia con Thomas fue hace años y ya lo saque de mi vida solo me quedaron los lindos momentos que compartimos - digo enojada, cierto nudo en mi estómago se forma al recordarlo.

- No fue mi intención incomodarte - se disculpa y cambiamos de tema, hablamos de trabajo hasta que terminamos nuestro desayuno, me despido de él y voy a mi suite.
Al entrar noto un silencio será que sigue durmiendo me siento en el sillón a mirar mi celular.

- Buen día Savana - dice esa voz tan sexy haciéndome sobresaltar.

- Alec - dije mirando todo su cuerpo estaba con el pelo mojado y una toalla que rodeaba su cintura dejando ver su hermoso torso bien trabajado, me sonrojo al darme cuenta como lo miro y lo peor es que se da cuanta porque me  sonríe de forma arrogante que quiero ir a besarlo en este momento.

- Te gusta lo que ves, luego te paso una foto - dice de forma egocéntrica haciendo que me enoje.

- Que gracioso Alexander porque no te pones algo de ropa -

- Claro Srta Campbell, porque no acepta que muere por mí- dice marchándose y dejandome con la palabra en la boca, pego un grito de frustración. ¿Será que me estoy enamorando?