CAPÍTULO 34

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Cuatros malditos días que me ignora es un maldito bipolar que confiesa sus sentimientos y después se arrepiente pero algo en mi interior hace necesitarlo y más esta fecha, vendería mi alma al diablo a cambio de un abrazo o un beso de su parte pero no me encuentro ahogando penas en un bar necesito olvidar todo por un momento y más el aniversario de la muerte de mi papá, todavía cuesta aceptar su perdida.

- Christian - llamo al barman, es un ex "novio" de Katrina.
- Otraaa!! - grito eufórica ya perdí la cuenta de cuantas copas me tomé.

- Savana creo que ya tomaste mucho - responde el chico con cierta preocupación pero quien se cree que es para decirme lo que tengo que hacer.

- Tú solo sirve otra que yo te pago - le respondo enojada, me pasa mi trago y lo tomo de un solo saque. - Sabes Christian no tienes que enamorarte el amor es una mierda!- hablo un poco entre cortada el alcohol ya está haciendo efecto en mi cuerpo.

- ¿Ani? - pregunta una voz masculina a mis espaldas de todos los bares que hay en la ciudad justo en este tiene que estar.

- Thomy - grito falsamente saludándolo. - Ven acercate - lo llamo para que se siente al lado mio.

- Estas borracha - lo primero que me retruca, lo fulmino con la mirada pero su cara noto preocupación.

Llevo el dedo índice a mi labios como para que haga silencio.
- Shhh ... nadie se va a enterar. Ey Christian es uno de mis ex sabes todo lo que llore por este hombre en mi adolescencia pero lo supere - digo abrazando a Thomas.

- Voy a llamar a alguien para que te busque - escucho que dice, miro que le habla algo Christian y sale de mi abrazo enojado.

- Christian otro más!!!-  grito euforica con mala cara sirve la copa y le regalo mi mejor sonrisa.

Empiezo a escuchar una canción fascinante, me saco mis tacones y sin dudarlo subo a la barra y comienzo a bailar como loca la gente incentiva con aplausos y sigo con mis movimientos hasta que alguien toma de mis piernas y me carga como si fuera una bolsa de papa.

- Ayuda!!! Sueltameee!! - grito con desesperación para que me ayuden.

- Savana por favor comportate! - la voz que tanto me vuelve loca, mi maldito bipolar me tiene agarrada.

- ¿Alec? - pregunto dudosa.
No responde me sube al auto, abrocha el cinturón y veo como pega la vuelta para subirte al asiente del piloto para manejar su cara demuestra que no esta muy contento que digamos.

- Se puede saber que te pasa - me habla enojado.

- Que te importa! - respondo seca mirando por la ventana, escucho que suspira y arranca el auto.

No se cuando me quede dormida pero me desperté porque sentí que alguien me cargaba en brazos, lentamente abro mis ojos y se topan con unos hermosos ojos turquesas que me miran con preocupación.

- ¿Dónde estamos? - preguntó adormilada.

- En mi casa - responde seco.
Creo que la borrachera me afecto el oído también dijo en su casa nunca vine aca, entramos y me sienta en un sillón de cuero negro trato de curiosear mi alrededor pero todo da vueltas.

- Toma - me ordena, lo miro extraña y  tiende una taza de café. Se sienta frente mio y me mira con su ceño fruncido ya su mirada me esta incomodando así que bajo mi cabeza mirando mi café.

- Alec ¿ Te puedo decir un secretito? - digo un poco ebria el café me esta sentando bastante mal y más el alcohol en mi sistema me van a jugar una mala pasada.

- ¿Qué? - pregunta un poco desesperado ya que ve que no digo nada.

- Tienes unos hermosos ojos. Amo tus ojos y eres un maldito bipolar.

Esboza una sonrisa por mi comentario este hombre es jodidamente sexy - ¿ por qué soy un maldito bipolar? - inquiere divertido.

- Un día dices algo al otro me ignoras y solo causas un terrible dolor en mi cabeza con todos tus cambios de humor - lo miro y esta un poco sorprendido. - Pero sabes yo sí tengo algo claro estoy completamente enamorada de vos bipolar -
mis párpados se empiezan a sentir pesados lentamente comienza a cerrarse registrando ese bello rostro del hombre que tanto me vuelve loca.

****************
Me levanto con una fuerte dolor de cabeza apenas puedo abrir mis ojos comienzo a observar mi alrededor y me resulta muy extraño, oh noo!! esta no es mi casa ¿qué hice anoche? miro al lado mío y hay una barrera de almohadas no puede ser ¿con quien dormí?, acordate Savana!!!
Lentamente voy levantandome para ver quien es la persona que duerme al otro lado al ver de quien se trata quiero salir corriendo,  no puede ser es Alec, dormí con él y no me acuerdo nada, miro mi ropa joder estoy con una remera gris que cagada me mande, llevo las manos a la cara conteniendo la ganas de gritar y me tiro en la cama nuevamente ¿qué hice? ¿cómo llegue a su casa? - maldigo en silencio.

- Tranquila no paso nada - la voz ronca de Alec me sobresalta.

- ¿De encerio?- pregunto avergonzada no quiero mirarlo a la cara.

- ¿Por qué mentiría Savana?- dice apoyándose en la barrera de almohadas que armó me mira tan intensamente que siempre causa que me sonroje.

- No me acuerdo nada de anoche. ¿Cómo llegue a tu casa Alec? -

Suspira y se acomoda su alborotado pelo - Yo te traje estabas ebria bailando en la barra de un bar - por su tono de voz lo noto molesto encima yo hice ese papelón anoche que vergüenza vuelvo a mirarlo para que siga su relato. - Thomas Ruiz te encontró por casualidad y vio en el terrible condición en la que estabas y no dudo en  llamarme - solo recuerdo estar en el bar de Christian pero de ahí mi memoria se bloqueo no me acuerdo ni de haber visto a Thomas pero le tengo que dar las gracias de todos modos por llamarlo.

- Lo siento Alec - me disculpo porque si no fuera por él no se donde hubiera terminado.

- A mi no me tenes que pedir disculpas de última a los chicos que cuidan de tu seguridad estaban como locos buscandote - contesta.
Ethan y Josh me van a matar cuando me vean escape de la oficina sin el celular así no me rastreaban.

- Si apenas llegue a casa voy hablar con ellos - digo tímida.

- Vamos a levantarnos, usa ese baño yo voy a utilizar el de la otra habitación - dice levantándose de la cama solo usa unos pantalones de chándal negros sin remera que lo dejan súper sexy -¿Me escuchaste?- vuelve hablarme soy una estúpida sabe que me quede mirando su espectacular cuerpo. Solo muevo la cabeza asintiendo, sonríe y sale de la habitación suelto un suspiro no puede ser tan jodidamente lindo este hombre.

Me doy un baño, salgo y arriba de la cama dejo preparado un jean negro, una bluza color coral y unas sandalias bajas que seguro son de Shopie, me cambio y salgo de la habitación a su encuentro.
Su departamento era lujoso, sillones de cuero, un gran televisor que ocupa toda una pared, un gran ventanal que deja la vista de toda la ciudad, era todo en tonos blanco y negros, el olor a comida me lleva a su cocina y me encontré con lo más sexy del mundo, Alec cocinando sin remera su torso a la vista por favor es un dios griego, tengo una ganas de tirarme sobre él.

- Hola - digo al entrar, sonríe con esa jodida sonrisa que tanto me gusta.

- Ven sientate - me dice marcando un asiento enfrente suyo.

Me acomodo sin cortar el contacto visual de lo que hace
- Gracias por la ropa -

- Es de Shopie - se encoje de hombres - Espero que te guste el desayuno que preparé -

- No tenía idea que cocinabas. Digamos que no sos del tipo de esos - hablo nerviosa moviendo mis manos marcado su cuerpo.

Sonríe pícaro y eleva una ceja - ¿y qué clase de hombre soy según usted señorita Campbell? -

- No se -me encojo de hombros. - Solo me sorprende que cocines.-

- Hay muchas cosas que no sabes de mi preciosa- dice guiñandome el ojo, es inevitable sonrojarme por como me llamo no puedo creer tan solo con ese comentario género toda una revolución en mi estómago, pero de algo si tiene razón no conozco mucho al hombre que tanto me vuelve loca y él sabe mucho más de mi vida que mis familia y amigos.

Enamorada de mi Socio ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora