Capítulo 4

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–Heda, he estado perdiendo mis productos y mis más antiguos clientes han estado desapareciendo...ellos simplemente se van como niebla. – decía un mercader arrodillado ante la comandante que parecía estar luchando con sus pensamientos y el hecho de mantenerse en la realidad en Polis, en el trono. –Heda lo discutirá con el consejo, encontraremos una solución a esto – le respondió Indra al hombre enfrente de ella con un intento de encubrir que su gobernante no estaba prestando atención a lo que pasaba a su alrededor. El hombre se levantó de su lugar, asintió y se retiró en silencio, Indra pidió que los guerreros que rodeaban la habitación se fueran, cuando el último de ellos salió ella finalmente habló.

–Heda ¿en qué está pensando? Sus ciudadanos necesitan ayuda, tienen miedo. – le dijo seriamente, Lexa sólo tensó la mandíbula como siempre hacía cuando algo le molestaba –No necesito darte explicaciones, Indra. –dijo clavando su mirada en ella.

–Tiene razón pero sé que es exactamente en lo que está pensando.

–Ah, ¿sí? – Preguntó ella apretando la empuñadura de su espada.

Costia.

Indra sabía que había dado en un punto débil de su amada comandante cuando vio su rostro tensarse con el ceño fruncido – ¡No te atrevas a decir una palabra más! – Le ordenó levantándose del trono –El amor es debilidad, Heda. No lo olvide. – Añadió Indra, desafiando sus órdenes, ella sólo la miró suavizando su rostro dejando una expresión seria –Retírate. – Sin más ella se dio vuelta y salió, Lexa quedó completamente sola con sus recuerdos, tensó la mandíbula de nuevo intentando mantener la compostura. –Tal vez yo sea una mentirosa pero tú eres una hipócrita, Lexa atacó Clarke arrinconándola. Sentías algo por Gustus, todavía te persigue el fantasma de Costia, sentías algo por ellos y aun así dejaste que se quemaran. Añadió mirándola a los ojos –No a todos...respondió sin mirarla No a ti. – dijo observando a Clarke.

–Abby –dijo Kane llamándole la atención a la Canciller – ¿Has sabido algo de Lincoln? – Preguntó ella, él sólo negó con la cabeza con un gesto de confusión sabía que le ocultaba algo, se suponía que era su mano derecha, su compañero y debían tratarse como iguales. Era lo que habían acordado, eso ya no era El Arca, estaban en la Tierra era un nuevo hogar y para ello debían gobernarse bajo nuevas reglas, ella podía ser la Canciller pero el acuerdo era que no se haría nada sin antes consultarse con él y el resto de Arkadia. – ¿Qué es lo que está pasando? – Le preguntó esperando una respuesta honesta por parte de ella. –Nada, Marcus. – Mintió. La alarma del campamento sonó y escuchó que requerían su presencia en la puerta principal –En un lugar tan pequeño no deberíamos mantener secretos, Abby. –Se retiró de la sala del consejo para atender su llamado. Ella quedó pensativa ante las palabras de Kane pero no podía decirle nada eso sería romper la promesa que le había hecho a Lincoln, para nadie era un secreto que ella era sólo una madre buscando a su única hija pero ninguna persona de Arkadia o Trikru debía saber que era Indra quien los estaba ayudando aunque estaba consciente de que también debería tener cuidado con él, no porque desconfiara sino porque si se llegaba a encontrar con su gente o con la Nación del Hielo, no habría quien salvara a Clarke y probablemente todas sus esperanzas de encontrarla estarían perdidas sin embargo en el fondo sabía que sólo había una persona dispuesta a buscarla además de Lincoln como también suponía que si Lexa la encontraba la usaría para sus propios propósitos como era de esperar de la chica que había traicionado a su hija ocasionando que después de lo que había pasado ella se fuera del campamento sólo porque no había podido soportar la culpa de sus acciones.

–O, ¿has tenido noticias de Lincoln? – Fue lo primero que dijo el pelinegro cuando vio a su hermana llegar a Arkadia ante la mirada de los guardias que vigilaban la puerta y que incluso con la orden de Kane para dejarla entrar se sentía la tensión en el ambiente debido a que la vestimenta de Octavia era de los terrestres y todavía había un poco de rencor en algunos habitantes por lo que había pasado en Mount Weather. –No, lo siento. Nos separamos en Tondc –Respondió ella ignorando la presencia de los guardias. – ¿Todavía no ha vuelto?- añadió bastante preocupada –No– dijo Bellamy poniendo una mano en el hombro de su hermana intentando tranquilizarla. Como todos los días Octavia y Lincoln salían a buscar alguna pista de Clarke que probablemente hubiera sido ignorada por los guardias de Arkadia pero siempre se separaban en el pueblo destruido de lo que había sido una vez Tondc encontrándose allí al atardecer debido a que todavía rondaban por el lugar los carroñeros que habían quedado después de la destrucción de los hombres de la montaña pero ese día Lincoln no había vuelto, Octavia pensaba que tal vez había conseguido el rastro de una pista así que después de esperarlo un poco se dirigió al campamento con un mal presentimiento creciendo en su pecho ella no podía dejar de pensar en dónde podría estar.

– ¿Por qué no me dijiste que tu padre es del ejército de Azgeda? – Preguntó Clarke -¿Qué?- dijo Nylah con el ceño fruncido, ella le tendió el pedazo de tela manchado de pintura blanca –Ya me escuchaste. Sabes que me están buscando y que si lo hacen no dudarán en matarme. – Ella sólo la miró pensando en qué decirle todavía con la tela en sus manos, -Cuando alguien demora mucho tiempo en responder es porque está pensando en decir una mentira. – Nylah se acercó más a ella –Nunca dejaría que te hicieran daño. – le dijo mientras tomaba su mano, ella no esperaba contacto físico pero no le molestó en absoluto, Nylah lo vio como una aprobación y dejó sus manos entrelazadas –Te diré sólo lo que necesites saber pero cuando lo haga tendrás que tener más cuidado, él está comenzando a sospechar que hay algo fuera de lugar –Clarke asintió lentamente, quitando su mano de la de ella –Pero antes quiero saber algo... ¿por qué estamos tan lejos de todo? – La chica rubia miró sus manos nerviosamente –Porque estamos en la frontera con Azgeda, por eso algunos días te he pedido que te escondas su ejército está patrullando cada vez más seguido, quieren la guerra y según lo que he escuchado de mi padre, la tendrán. –Ella la observó detenidamente asimilando la nueva información que acababa de obtener –Bien, creo que necesito descansar – dijo finalmente Clarke –Buenas noches- añadió pero Nylah la detuvo –Mi padre no viene hoy. Puedes dormir en mi cama – respondió debido a la mirada de confusión que tenía ella- ¿Y tú? – Preguntó la ojiazul –Tengo que terminar que limpiar la tienda. Buenas noches, Clarke. – dijo Nylah antes de cruzar la puerta de la habitación.

Lexa sintió de nuevo esa opresión en su pecho y como el nudo que sentía en su garganta comenzaba a crecer, parpadeó varias veces para que las lágrimas que amenazaban por salir se fueran, suspiró, para ella el día había terminado, se levantó de nuevo de su asiento, bajó los pocos escalones que había y salió del lugar. Se dirigió a su habitación cerrando la puerta detrás de sí, removió la armadura que portaba en el hombro y cambió el resto de su vestimenta preparándose para dormir un poco, se acostó agotada emocionalmente mientras pensaba en las palabras del hombre "ellos simplemente se van como niebla" algo extraño estaba pasando con su gente y para solucionarlo tendría que escoger si seguir buscando a Clarke o encontrar la verdad detrás de las desapariciones en Polis.


Buenas ¬w¬ 
Sé que ha pasado un largo tiempo desde la última vez que publiqué y me disculpo por eso, también les agradezco a todos los que han comentado y votado en los capítulos, de verdad, significa mucho para mí. Espero que estén disfrutando del fic. 

Arigato 7w7 
Se les aprecia con el heart >//< 



Del amor y otros pecados. {Clexa}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora