Capítulo 8: Las cosas que odio de ti [4/4]

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Sentí un leve cosquilleo en mi cara así que me moví e intente dormir pero el cosquilleo no ceso entonces no me quedo alternativa restante más que renunciar a los brazos de Morfeo.

-¿Qué?- Pregunte viendo como Harry estaba tirado en el piso frente mío con su dedo acariciando mi cara.

-Perdón.

-¿Por despertarme o por lo que me dijiste?

-Lo primero.

¿¡Qué!? Se disculpa por una estupidez y no por algo por lo cual vale realmente la pena pronunciar como mínimo un “Lo siento”.

-Déjame tranquila- Dije viendo como había aplastado la dona mientras dormía.

-No te enojes- Me miró tiernamente.

-No me pidas algo imposible- Recogí los restos de la dona y los deje en una mesita.

-Nada es imposible.

-Estas muy equivocado.

-No, tú estás equivocada.

-¿Por qué no te vas?- Apunté la puerta.

-No, gracias- Se acercó.

-Harry aléjate- Me paré del sillón para buscar un café- Apestas a cerveza.

-Lo sé.

-¿Por qué estuviste tomando?- Dije poniendo el vaso en la máquina.

-Porque estaba solo, enojado y celoso- Se sentó en el asiento encogiéndose de hombros.

-¿Por qué te escapaste de la casa?

-No quiero responder más preguntas me duele demasiado la cabeza.

-¿Quieres que te traiga algo?

-No.

-¿Seguro?

-Sí.

-Está bien- Me senté en suelo mientras con una cucharita revolvía el café.

-¿No deberías estar con tú novio?

-Sigue encerrado.

-¿Qué? ¿Por qué?- Dijo preocupado.

-Porque tenía unos cuantos antecedentes de peleas y cosas así.

-No puede ser- Se frotó nerviosamente la cabeza con su mano.

-Ahora te preocupas por él, que yo recuerde hoy o ayer, bueno no sé qué día es hoy pero la cosa es que no querías ni verlo.

-Estaba enojado- Curvo sus labios hacia un lado- Jamás podría hacerle algo es mi mejor amigo, siempre fue mi único amigo… y ahora está ahí dentro por mi culpa.

-Tienes razón, si no te hubiese metido en problemas con eso tipos.

-También pero…

-Pero- Interrumpí.

-Los antecedentes… son todos mi culpa.

¿Qué? ¿Escuche mal o él en verdad dijo que era su culpa? Estoy sacando muchas conclusiones en este momento como qué los problemas en los que alguna vez se metió Liam por culpa de su mejor amigo no habían sido simples problemas como los chicos siempre me dijeron.

-¿Cómo?- Exclame parándome del piso mientras botaba un poco de café al piso.

-Esta no es la primera vez que Liam me saca de una pelea, de hecho debe ser como la quinta vez- Confirmó mis sospechas.

-Entiendo.

-Sí, y en dos ocasiones lo atraparon a él y yo solo por suerte me he salvado.

-¿Y lo del robo?

-También mi culpa- Dijo desanimado- Le dije que si lo hacía sus padres le podrían atención de una vez y bueno lo hizo y acabo siendo atrapado y después al igual que yo cuidado y vigilado por el sicótico de Louis Tomlinson- Rió por lo último.

-No me causa risa- Dije seria.

-No quiero que me juzgues por lo que hice antes solo pensemos en presente- Se paró camino hacia mí.

-Solo quiero que te disculpes.

-¿Por qué no lo haces tú también?- Paro justo en frente mío.

-¿Yo? ¿Por qué?

-¿Ves? Yo no lo haré si tú no lo haces.

-Entonces no lo hagas… Tengo una gran venganza planeada para ti.

-¿Venganza?- Me miró atónito y yo solo asentí.

-Esto es la guerra cariño- Bese su mejilla mientras aguantaba la respiración.

-No quiero.

-Ya es tarde- Me senté en sillón oyendo como sonaba el teléfono de Louis.

De mala gana despertó y contesto la llamada molesto para mirarme y aun molesto pasarme el celular y seguir durmiendo.

-¿Qué paso?

-Estamos esperando en una oficina para que dejen salir a Liam.

-¿Estamos?

-Sí, Louis, Harry y yo.

-Iremos para allá.

-Está bien.

-Te dejo, en quince minutos estamos allá… te quiero.

-Yo también Niall.

-Aquí tienes- Me pare y puse el móvil en el bolsillo de su polerón, él no respondió ya que estaba profundamente dormido.

-Te ves muy linda- Dijo Harry a mis espaldas.

-Que bien- Fingí una sonrisa.

-Si fueras mi novia yo…

-Harry- Lo interrumpí- Basta, no soy tu novia.

-Lo sé, podrías no sacármelo más en cara por favor- Se molestó.

-No quiero discutir contigo.

-Yo sí.

-¿Por?

-Porque es excitante- Él sonrió acercándose y con un brazo rodeándome completa la cintura.

-No lo creo- Saque su brazo de mí.

-Linda, sabes que te excita tanto como a mí.

-Estás muy equivocado.

-No, lo sé- Dio una carcajada- Si solo vieras la forma en qué me miras.

-¿Con asco?

-No- Dijo serio.

-¿No te causa risa?- Reí suavemente.

-No.

-Mira- Me acerque y puse mi mano en su hombro- Ya no provocas nada en mí- Recalqué la palabra “nada”.

-No me provoques… que si sigues terminare enumerándote la larga lista de las cosas que odio de ti.

Sentí ganas de golpearlo- otra vez- solo por el haberme hecho recordar las horribles palabras que había usado en mi contra. Así que no dije nada y me senté en el sillón con mi café y le di un largo sorbo esperando que dejaran ir a mi novio.

-Odio que me conozcas más que a mí mismo- Se sentó a mi lado leyendo una pequeña hoja que saco de su bolsillo- Odio que creas que siempre tienes la razón, odio que seas tan mandona, odio que estés siendo tan indiferente conmigo, odio que intentes calmar todo con una sonrisa, odio que no puedas entender el significado de un no, odio la forma en que caminas, odio el haberte conocido, odio que me hayas dejado, odio el sentirme solo por tu culpa, odio que ya sin ti no soy nada, odio que ya no me quieras como yo quiero.

-Harry…

-Odio que sepas que te amo- Me interrumpió.

-Harry basta- Suspire.

- Pero lo que más aborrezco es que me hayas hecho hacer una lista sobre las cosas que odio de ti- Me miró y rompió la hoja en pedacitos- Porque te amo tanto que soy incapaz de tomar en cuenta todos tus defectos- Abrió sus manos dejando caer todos los trozos en el suelo.

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