-Hace calor- Dijo cubierto en sudor sacándose el polerón y luego la camisa a cuadros que traía abajo. Me observó fijamente, sabía lo que intentaba decirme ya que con su mirada lo decía todo, prácticamente me estaba haciendo un favor.
Le hice caso a los que sus ojos me pedían me quité el polerón y después la polera, quedando solo con mi sujetador de color calipso. Aunque no hubiera luz el fuego era suficiente para dejarme ver como Liam se mordía el labio inferior mientras no apartaba su vista de mí.
-Definitivamente no hay mejor manera para morir que esta- Dije echando mi cabeza hacia atrás aliviada por haberme deshecho de el sofocante calor que me proporcionaba la ropa.
-¿Sigues con la idea de qué vamos a morir?- Me miró preocupado, en su mirada se veía que en el fondo me daba la razón.
-Sí, aunque no me arrepiento de que estos últimos minutos los esté pasando junto a ti- Dije estirando mi mano para poder tocar el fuego.
-¡Oye!- Exclamó impidiendo el contacto de mi mano con el fuego- Aún nos quedan muchos minutos, muchas horas, mucho años para estar juntos- Tomó mi mano- Esto no se va terminar aquí.
-Ojala que así fuera.
-No seas pesimista.
-Tú no seas tan optimista- Él solo se calló, no dándome la razón pero tampoco llevándome la contra- Solo estoy siendo realista.
-No estás siendo realista, solo te estas rindiendo antes de intentarlo- Dijo elevando levemente la voz.
-¿Por qué lo dices? ¿Por qué me resigno a morir quemada o por qué renuncié a luchar por ti?- Dije elevando considerablemente la voz.
-¿Cómo?- Pregunto asombrado, ni idea si se impresiono por lo que dije o por la forma en qué le hable.
-Te mentí- Dije sin poder mirarlo. Él me miró totalmente confundido- ¿Recuerdas lo qué te dije en el muelle antes de salir corriendo?
-Cómo olvidarlo, he estado recordando cada letra de esa simple palabra, pero cada vez que la recuerdo duele más que la vez anterior- Dijo evitando mi mirada.
-¿Quieres saber que sentí en verdad?
-No- Negó poniéndose de pie- No quiero oír cómo me rechazas otra vez.
-Bésame- Dije poniéndome de pie también.
-No
-¿Por qué no?- Pregunté dolida porque ahora era él quien me rechazaba.
-No- Repitió.
-¿Por qué no?- Dije con un hilo de voz.
-¿Qué quieres de mí?- Me miró con los ojos bastante húmedos. Lo último que quería era hacerlo sufrir pero mientras más me acercaba a él más lo hacía.
-Yo… - No pude continuar, dijera lo que dijera Liam acabaría herido.
-No estoy para tu juegos ______, no quiero ver como después te vas con otro- Dio un largo suspiro- ¿Crees que no me duele ver como lo prefieres mil veces a él antes que a mí?
-¿Cómo sabes que lo prefiero a él?
-Eso es lo que has pasado todo el fin de semana diciéndome, en tu corazón solo hay espacio para Harry.
-¿Ahora tú eres el que se da por vencido?- Dije cuando sentía que un pequeño pedazo del techo caía sobre mi hombro.
Los fuertes brazos de Liam me atraparon, en un momento llegue a pensar que él sería capaz de pegarme, sostenía mis hombros descubiertos con tanta fuerzas que sentía que los perdería. No tuve tiempo de quejarme, todo aquel odio que Liam me transmitía en ese momento repentinamente se convirtió en nada más que amor. Sus labios golpearon fuertemente contra los míos. Él dolor del impacto no importo demasiado ya que nuevamente me volvía a rencontrar con aquellos labios que me hacían olvidar el que yo tenía novio y aún más importante, que ambos eran mejores amigos.
