Olvidar

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BELLA POV

A la hora del almuerzo, me mantuve picando mi comida con el tenedor sin comer nada. Definitivamente había perdido el apetito desde que Edward me dio ese papel y no podía pensar en otra cosa que no fuera eso.

-¿Bella? ¿Te sientes bien?.- me preguntó Alice

-Sí, es solo que no tengo hambre.-

-A mí no me engañas Bella ¿qué sucede? No me digas que otra vez tiene que ver con mi hermano.-Alice, mi mejor amiga, era la única que sabía de mi amor por Edward y también sabía lo mucho que me dolía la situación con Tanya.

No le contesté. Solo saqué el trozo de papel de mi pantalón y se lo di, rápidamente lo leyó y después dijo:

-Ahh... ya veo.- lo volvió a doblar.- ¿Y no le contestaste nada?.- negué con la cabeza y cuando parecía que iba a decir algo más, llegaron los demás:

-Hola chicas.- dijo Rose sentándose a nuestro lado. Emmett y Jasper tomaron los lugares de enfrente y después Emmett preguntó:

-¿Y Edward?.-

-No lo sé.- contesté con sinceridad.

-Yo lo vi en el pasillo platicando con Tanya.- añadió Rose.- Tal vez finalmente se armé de valor para invitarla a salir.- no sabía la razón que tenía

-Hablando del rey de roma.- dijo Jasper viendo hacia la puerta de la cafetería. Seguí su mirada y efectivamente, ahí estaba Edward, luciendo tan glorioso como siempre, se acercó a nosotros y logré notar la gran sonrisa que traía en su rostro.

-¿Y esa sonrisa?.- preguntó Rose mientras Edward se sentaba.

-No lo van creer.- sonrió aún más.-Invité a Tanya a salir y aceptó.- sentí mi cuerpo tensarse ante sus palabras.-Tenía planeado hacerlo en la salida, pero me la encontré en el pasillo y pensé "es ahora o nunca".-

-Me alegro por ti Edward.- dijo Rose.-Ves. Te dije que no se iba a negar.- Claro que no se iba a negar, hubiera tenido que estar loca si lo hiciera y en parte me habría gustado que fuera así.

-Parece que nuestro Eddie finalmente tendrá novia.- comentó Emmett palmeando la espalda de Edward.

-Ojala.- dijo con simpleza, sorprendiéndonos a todos por no haberse enojado debido a la palabra Eddie.

-Wow, esto es histórico, Eddie por primera vez no se enojo por llamarlo así, creo que el apocalipsis está cerca.-

-Cállate Emmett, estoy segura que es por Tanya. ¿No es así Edward?.- preguntó Rose.

-Eso creo.- sus ojos eran tan soñadores, que de nuevo sentí ganas de llorar.- aún no puedo creer que haya aceptado. Ella es tan perfecta...- mientras los demás se reían por su comentario, yo estaba segura que mis ojos se estaban humedeciendo y sabía que si no salía de ahí, todos se darían cuenta de mi estado. Rápidamente me puse de pie, pero al parecer ya era tarde, porque Edward me miraba con preocupación y dijo:

-Bella ¿estás bien?.-

-Sí, es solo que....me duele un poco el estomago. Necesito ir al baño.- y salí de allí sin decir nada más. Cuando atravesé las puertas de la cafetería, corrí a toda velocidad al baño y una vez allí, me metí en uno de los cubículos, cerré la puerta y me senté finalmente dejando escapar con fuerza las lágrimas que me había guardado desde la mañana.

No sé cuánto tiempo transcurrió antes de que alguien más entrara al baño y preguntará:

-¿Bella?.- era Alice -Sé que estas aquí, conozco bien tu escondite. No me obligues a sacarte a la fuerza del cubículo donde estés.- sabía que no podía discutir con ella, así que después de unos segundos, me levanté y salí lentamente de donde estaba.

Alice de inmediato me abrazó dejándome llorar en su hombro por un momento. Después de calmarme un poco, se separó de mí diciendo:

-Bella, esto no puede seguir así, te estás lastimando demasiado por mi hermano y lo peor es que ni siquiera él se da cuenta de lo mucho que te daña.-

-Lo...siento,...no...puedo...evitarlo.- dije con voz entrecortada

-¡Por supuesto que puedes!.- me asustó su tono.

-¿Pero...cómo?.-

-Olvidándolo Bella, tienes que olvidarlo. Creo que ya esperaste el tiempo suficiente por él.- su proposición era imposible de realizar para mí.

-No creo que yo pueda...- comencé a decir, pero no me dejo terminar.

-¡Claro que puedes y lo harás!. Tienes que seguir adelante con tu vida. No te puedes quedar sentada esperando una simple ilusión que tal vez nunca se cumpla.- analice sus palabras por un momento mientras añadía:

-Tú no te mereces esto Bella. Simplemente no te lo mereces.- me quedé callada, sabía que ella tenía razón en todo lo que decía, pero tenía miedo... miedo a olvidar el amor, el significado de él, aunque no fuera correspondido.

-No lo sé.-

-Piénsalo Bella, por favor. Por qué ¿qué pasará el día en que Edward decida casarse? Ehh.. si te soy sincera, la verdad no quiero ni imaginarlo.- ni yo tampoco, eso era demasiado para mí.

-Bien, lo haré, lo voy a considerar.-

-Gracias porque ¿sabes? De verdad extraño a la Bella que siempre estaba sonriente y alegre como yo.- ¿tan alegra como ella? Imposible.- Mmm...bueno a lo mejor no tanto.- dijo como si hubiera pensado lo mismo que yo y eso me hizo reír.

-Vaya, por lo menos te hice reír.- su sonrisa se amplió.- Y ahora que luces un poco mejor, será mejor que regresemos a clases.- simplemente asentí y después la seguí hacia la puerta.

El día transcurrió con rapidez, pues mi mente se mantuvo ocupada considerando la propuesta de Alice. Por una parte, yo quería olvidar a Edward, porque sabía que si lo hacía, podría volver a sonreír por sinceridad y no por deber, podría ver a Edward ser feliz con alguien más sin sentir un dolor en el pecho y además ser feliz yo también.

Pero... la otra parte me gritaba que no podía dejarlo ir, que él era todo lo que necesitaba y tenía que luchar por él. ¿Luchar?... si claro, aunque lo intentara, sabía que la guerra ya la tenía perdida, pues nunca podría competir con alguien "tan perfecta" como Tanya.

Mientras estaba sentada en mi cama, vi la foto que tenía en mi buro donde aparecíamos Edward y yo en mi cumpleaños de 13 años. Recordaba bien ese día, pues fue cuando me di cuenta que él me gustaba más que como amigo.

Pasaron unos minutos más, cuando de repente, mi decisión estaba tomada. Agarré la fotografía de su lugar y lentamente abrí uno de los cajones, donde lo coloqué y con fuerza lo cerré. Me paré de mi cama y tomé mi celular, pero cuando estaba a punto de marcar, comenzó a sonar y vi que era Alice quien hablaba.

-Hola Alice, estaba a punto de marcarte.-

-Lo sé, por eso te llamé, quise ahorrarte un poco de trabajo.- Alice a veces era muy extraña.

-¿En serio?.-

-Sí.- de verdad muy extraña.- Pero eso no importa, dime ¿qué es lo que me querías decir?.- recordé entonces el motivo por el que le había hablando. Tome un fuerte bocado de aire antes de decir las palabras que marcarían el inició de mi nueva yo:

-Que ya tomé una decisión. Yo...ya no quiero llorar más por él.-

-¿Entonces...?.-

-Decidí que es hora de olvidarlo, borrarlo de mi corazón para siempre.-

Verdaderos SentimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora