No es tan sencillo, ¿sabes? No puedes olvidar a alguien así en un abrir y cerrar de ojos. ¿Se supone que he de olvidarle de un día para otro? No tiene sentido. ¿Cómo le voy a olvidar si ni siquiera soy capaz de pasar un solo día sin pensar en el? El amor da asco. Te lo da todo y, un día, de repente, te lo arrebata. Dime Cupido, ¿por qué me diste tal felicidad si sabias que iba a ser temporal? ¿Tienes otro plan para esta chica infeliz? No creo. Dos veces me hiciste feliz y dos veces me arrebataste dicha felicidad. Cada vez duele más. El riesgo merece la pena. Pero, ¿que sentido tiene enamorarse? ¿He de suponer que todo en esta vida es temporal? No quiero eso. No pido un para siempre. Pero si que te pido una felicidad sin fecha de caducidad. No quiero volver a sentir que mi corazón ha sido destruido como si de un puzle de mil piezas se tratase. No quiero tener que volverlos a pegar y tener que esperar a alguien capaz de colocar el último trozo de dicho puzle. Por favor Cupido. De verdad te ruego que dejes que el vuelva. No es mucho. Tan solo te pido volver a sentir sus besos, sus caricias, sus abrazos. Te pido que vuelva mi felicidad. Quiero sentir que soy importante para alguien, quiero sentirme querida, amada. Quiero volver a sonrojarme y sonreír al ver que me mira. Quiero volver a dormir con sus sudaderas y habiendo tenido un beso de buenas noches. No pido mucho, solo mi felicidad.
