Las personas, somos débiles. Nuestra personalidad está conformada no sólo por nuestros puntos fuertes, sino también por los débiles. Y tú eres uno de ellos. Nunca quise admitirlo, el cómo haces que me replantee todo. Aunque realmente sepa que nunca será. Que no soy más que un pobre juguete en tus manos. Pero, no puedo evitar que, da igual lo que pase, me guste tenerte cerca. La vida es larga y sé que voy a tener más de un punto flaco. Pero, de momento, tu has sido el primero. Provocas que mi mundo entero de vueltas con un simple roce. Y me da miedo. Porque nunca sé que puede pasar contigo, a parte del mismo juego de siempre. Cada una de las veces me pongo una coraza pero, no sé cómo, eres capaz de desmontarla siempre, como si tuvieras la llave de todas y cada una de ellas. Y eso me asusta. El pensar que puedes hacer conmigo lo que quieras. Que soy un juguete demasiado simple para ti. Pura diversión, lo sé. Pero como nos lo pasamos, y como podríamos pasárnoslo...
