Third Stage [Teen Wolf]

Capítulo 31

El lugar al que Matt me había llevado era realmente hermoso, podía sentirse la brisa rosar tu cuerpo, este definitivamente se había convertido en mi lugar favorito.

-¿Cómo encontraste este lugar? -pregunto sentada a su lado observando cada detalle

-Mi papá solía traerme -responde con una sonrisa triste. Su animo había decaído bruscamente

Siento como mi móvil vibra

Liam:Mila donde estas?

Mila:En el centro comercial, no le digas a Derek que salí del Instituto.

Respondo y lo vuelvo a guardar

-Matt -lo llamo -¿quieres ver algo? -pregunto sonriendo, el me mira y asiente.

Miro el agua y enfoco mi mente en ella, Matt me mira sin entender y se gira de nuevo restandome atención

-5 dolares a que te sorprendo -digo sonriendo

-No creo que pued... -se calla y me mira sorprendido

-Me debes 5 dolares -sonrió dejando caer el agua sobre la cabeza de Matt

-¿Qué eres? -pregunta Matt alejándose

-Tranquilo, no voy a hacerte daño -respondo bajando la cabeza

-¿Ese, ese es tu secreto? -se acerca un poco -¿Controlas el agua?

-Esa y muchas cosas más -digo mirando el lago

-¿Qué es lo que eres Mila? -pregunta sentándose a mi lado

-Soy una Caster mitad lobo -confieso tomando mi brazo

-¿Qué es una Caster? -pregunta de nuevo

-Pues, es una especie de persona con habilidades especiales. Mira, puedo manipular cosas con mi mente, manipular personas, también tengo garras y colmillos, mis ojos brillan, hago que las cosas crezcan -digo haciendo que un pequeño árbol se agrande

-¿Haces que todas la cosas crezcan? -pregunta Matt mirando abajo, lo miro y comienzo a reír

-Ese es problema tuyo -digo entre risas -Ahora en el Instituto cuando me curaste, esas heridas me las hice yo misma sin querer

-Y se curaron, sin siquiera dejar cicatriz -señala tomando mi mano mirando donde estaban las heridas

-También me curo demasiado rápido, ¿recuerdas el brazo roto? pues no necesitaba el yeso, el brazo roto no duro más de unas horas

-¿Y Amanda?

- Sí, sobre eso... aveces no logro controlarme. Hice que viera sus peores miedos -digo encogiéndome de hombros -Ya, son demasiadas preguntas, sigues tu. Cuéntame tu secreto, ¿por qué tus ojos reflejan dolor?

-¿A qué te refieres? ¿Puedes ver a través de mis ojos? -pregunta y yo asiento, Matt suspira y dirige su vista al lago -Es complicado

-Se de cosas complicadas, vivo en ellas -insisto sonriendo

Matt ríe y me mira -Cuanto yo tenía 8 mi madre, ella... ella solía entrar en apuestas y aveces se sobrepasaba, cuando papá se entero se molesto mucho, ella le prometido que no volvería a ocurrir. Un día en la madrugada yo baje por un vaso de leche, ella entro por la puerta muy alterada, como si alguien estuviera persiguiéndola, me dijo que no le dijera nada a papá, ella había vuelto a apostar y se había metido en problemas, dijo que iría a resolverlos, que por nada del mundo le contara a papá pues ella regresaría mañana, solo iría a su trabajo por algo de dinero, también dijo que necesitaba asegurar algo. No lo hizo, mi madre no volvió. Pasaron días y no aparecía, papá comenzaba a deprimirse al no saber su paradero. Un día llamaron a casa, yo respondí, no reconocí la voz pero pedía disculpas, no dejaba de hacerlo, parecía estar llorando, dijo que no fue su intención y cortaron la llamada. Papá se deprimía más cada día, tenía la idea de que ella nos había abandonado para irse con otro hombre

-¿No se lo contaste?

-No y vivo con esa culpa. Papá jamás volvió a ser el mismo de antes, ahora vive en el hospital, quizá piensa que su trabajo llenara ese vació. Algo en el se rompió hace mucho y en mi también al verlo en el estado que se encontraba -confiesa sorbiendo por la nariz

Lo miro por unos instantes y entonces me acerco a abrazarlo, quería que supiera que estaba ahí para el.

Matt me da una sonrisa triste, quería demostrar que todo estaba bien. No lo estaba.