Capítulo 5: Indiferencia

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El fuego de siempre, destruyendo todo y a todos. Se extiende, consume todo a su paso. Yo me encuentro justo en el medio, pero parece rodearme. No me toca, me evita, me respeta...o me teme. Escucho una voz que susurra mi nombre.
-
Lita. Lita, despierta.

Me sentía mareada, abrí los ojos perezosamente tratando de adaptarme a la luz. Mi madre se encontraba sentada a mi lado.
- Mamá
- Cariño, ya es tarde levántate

Me senté en la cama de inmediato escrutando a mamá con la mirada dudosa.
- La universidad Lita ¡Date prisa! –exclamó. Y dicho esto salió de mi habitación, dejándome sola y confundida.

¿Qué había pasado? No recordaba haberme quedado dormida... ¡Jordan!, él y Sophie. Ambos son ángeles y yo...
La cabeza me dolía, decidí parar de pensar y arreglarme para salir y dirigirme a la universidad.
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Me sentía temerosa y algo paranoica, sentía que cada persona que pasaba a mi lado me observaba. Fue un milagro poder llegar a clase sin gritar en el transcurso.
Al entrar no fue mejor, apenas abrí la puerta me encontré con Sophie, la ignore e ingrese al salón cabizbaja, busque mi habitual asiento y me di cuenta que estaba ocupado por, como no, Jordan. Desvié la mirada y me dirigí lo más lejos posible de su asiento. Me senté en la última carpeta, había una ventana detrás y el viento corría con fuerza, traté de cerrarla, pero estaba trabada.
Tenía que ser –pensé.
Tendría que permanecer con frio durante las clases, me resigné. El profesor entró y la clase comenzó. Hoy sería un largo día.
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Pero...si fueran mentiras como explico las alas y la mujer del parque, como...

- ¡Lita! –exclamó Alessia interrumpiendo mis pensamientos. Nos encontrábamos sentadas en una banca justo frente a su pabellón.
La observe sorprendida.

- Oye, ¿Qué pasa? Has estado muy distraída –preguntó

¿Debía contarle a Alessia? Era mi mejor amiga y prometimos siempre decirnos todo, pero esto superba límites...

- Alessia –comencé
- ¡Hola! Disculpen, saben ¿Cuál es el pabellón de Ingenieria? –preguntó un chico. Era bajito, castaño, menudo y parecía perdido; se notaba que era tímido y estaba nervioso.
- S-si claro, es el de allá –dijo Alessia señalando el edificio que se encontraba justo al frente.
- Gracias, ¿Tu-tu estudias allí? –pregunto el menudo chico.
- Emmm, sí ¿Por qué?
- ¿Tú crees que podrías mostrarme la clase de la señorita Red? Por favor, es que ando un poco perdido.

Alessia se lo pensó un momento y observó al chico dubitativa, pero al final accedió. Me pidió que esperara sentada y eso hice mientras ella ingresaba al edificio donde acostumbraba a tomar sus clases.

El cielo estaba nublado y comenzaba a hacer frio, decidí entrar al edificio y buscar a Alessia. Subí un par de pisos, pero no la encontré, los pasillos y clases estaban desiertos y no se escuchaba ruido alguno; ya en el cuarto piso logré distinguir unas voces, me acerqué al salón de donde provenían. Era la voz de Alessia y conversaba con alguien, el chico de antes supuse. Me acerqué lentamente.

- ¡No me hagas repetírtelo Lilim!
- ¡Tu! No tienes por qué recordarme nada, yo sé exactamente lo que hago –respondía exasperada mi mejor amiga.
- ¡Eso espero! ... Ahora vámonos.

Acto seguido la puerta se abrió bruscamente y el chico menudo de antes salió con una mueca de desagrado, al verme, su ceñudo rostro se tornó a uno de sorpresa y sus ojos se abrieron como platos, giró hacia atrás, donde se encontraba Alessia aún dentro del aula.

- ¿Qué te pasa? –Exclamó ella mientras salía del salón
- Gracias por tu ayuda Lil- Alessia. Adiós –respondió el chico, quien había recobrado su expresión asustada y tímida, caminó en mi dirección y pasó de largo junto a mí.
- ¡Lita! Pensé que esperarías abajo ¿Qué paso? –dijo Alessia sonriendo.
- ¿Ya lo conocías? –cuestioné ignorando su pregunta.
- ...Oh-a- ¡SI!, era un viejo amigo, no lo había reconocido, está muy...mmm –cambiado... ¿Ya quieres volver?

HelltherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora