Breathe me

Capítulo 2 "Amigo"

Saludó a Historia y pasó al consultorio de su primo que al parecer estaba libre en ese momento, se acercó al escritorio del menor y se sentó observándolo leer atentamente. Le llamó un par de veces y al no recibir respuesta dio un golpe en el mueble para llamar su atención. El pelinegro dio un brinco en su lugar y alzó la vista lanzándole una mirada molesta.

—A diferencia tuya hay unos que si tenemos que estudiar, así que por favor no hagas eso—dijo bajando la mirada al libro de nuevo.

—Te sabes ese libro al derecho y al revés, no sé porque lo lees tanto.

—No quiero cometer un error en la operación de mañana.

—Tendrás asistencia por si las dudas, tranquilo.

—Te agradezco la ayuda en las dos operaciones anteriores pero tú eres cardióloga, no me vas a ayudar mañana.

—Oh no, te ayudará el hijo del doctor Grisha.

Alzó la vista del libro y arqueó una ceja, en sus dos meses de trabajar en el hospital jamás se había topado con el famoso doctor Jaeger que parecía ser querido por todo el mundo, lo cual no era muy extraño debido a lo enorme que ese hospital era.

— ¿Tendré al fin el "honor" de conocerlo? —preguntó irónico bajando la mirada una vez más.

—Oh vamos, no te pongas así—la mujer sonrió y se inclinó un poco. —De hecho venía por ti, iré a comer con los demás y estará ahí, me dijo que quería conocer a la persona con quien trabajará mañana.

—Traje mi comida.

—Levi, por favor.

—No, si quiere conocerme que venga a buscarme aquí.

— ¡Solo por hoy! Nunca sales de aquí, también necesitas distraerte.

Levi suspiró y se puso de pie, algo fastidiado.

—Es mi problema si me distraigo o no, ahora déjame volver al libro, no quiero cometer errores mañana.

Miksa rodó los ojos pero no hizo caso a su petición.

—Te prometo que si vienes conmigo hoy no te volveré a molestar con esto.

— ¿De verdad? —le preguntó cauteloso viéndola de reojo.

—De verdad, sabes que cumplo mi palabra.

—Bien, entonces si—dijo más relajado cerrando el libro. —Solo porque así dejaras de joderme todos los días.

Su prima sonrió y se puso de pie también para caminar fuera.

—Nos esperan en la cafetería.

Él se guardó las manos en las bolsas y caminó tras ella anunciándole a su secretaria que volvería pronto, nunca había visitado la cafetería del lugar y tenía algo de curiosidad por verla, esperaba que fuera limpia como debía ser.

Cruzaron las puertas de cristal y vio las mesas distribuidas donde doctores, enfermeras y familiares comían con tranquilidad. Casi al fondo divisó a Petra y a Jean, el prometido de su prima que trabaja ahí también, junto con un par de rubios más y un hombre de cabellera castaña que le daba la espalda.

—Chicos, finalmente lo convencí—dijo contenta Mikasa rodeando sus hombros con un brazo. —Ellos son Armin, fisioterapeuta, Annie, la jefa de enfermeras, ya conoces a Petra y a Jean—presentó brevemente sin señalar al castaño en ningún momento. —Él es mi primo, Levi Ackerman.

Tan pronto como escucharon su nombre le sonrieron y el hombre que le daba la espalda volteó a verlo, Levi estaba más que sorprendido, era el mismo médico que lo había atendido de niño...pero no lo iba a externar.