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Cap. 12 Adolescentes

Amy
Justo al separarnos la megafonía avisó de que en breves deberíamos empezar a embarcar a nuestro avión.
Aunque ambos estábamos un poco... ¿Idos?
De repente Edwin se puso como un tomate y apartó la mirada.
–D-deberíamos ir yendo, ¿no crees?– su voz sonaba un poco más aguda de lo normal, ¿acaso estaba avergonzado?
–Si, supongo.
Me levanté y empecé a caminar, con los labios fruncidos.
¿Había ido muy rápido?
¿No le había gustado?
Agité la cabeza.
¿Por qué estoy pensando esto? Ahora nuestra prioridad es acabar con esa chiflada...
Noté como me cogían la mano y tiraban de ella.
Al girarme me encontré de lleno con los ojos de Edwin.
–¿Te pasa algo?– su voz ya sonaba como siempre.
Cogí aire.
–No, ¿y a ti?– silencio.– Bueno, vayamos, Fetch nos matará si perdemos él...
Noté un tirón en mi brazo y segundos después nos estábamos besando.
Vale. No digo que no me guste pero, por favor, dejemos lo pasteloso para cuando todo esto acabe.
Aunque no me puedo quejar.
Subimos al avión sin decir mucho más.
Al sentarnos, él volvió a quedárseme mirando.
Yo revolví el mi bolsa buscando mi MP3. Me coloqué el casco derecho.
–Me vas a desgastar si me sigues mirando tanto, ¿sabes?– le tendí el casco izquierdo.
Él se lo puso y dejó de mirarme.
Nos quedamos dormidos todo el viaje y, al llegar, nos reunimos con Sam y con Noah.
–Edwin.– dijo Sam.– ¿Cómo decías que se llamaba tu amigo?
–Asahi Taniguchi. Es un buen tío.
–¿Le conoces de hace mucho?
–Es un antiguo amigo de mi hermano, el cual por cierto vive por aquí.
–¿Y por qué no le preguntas a tu hermano si nos podemos quedar con él?– preguntó Sam.
Edwin se encogió de hombros.
–No tengo su teléfono. Prometió volver a por mi algún día, aunque nunca lo hizo. En fin, ¿os apetece tomar algo?
–Es buena idea desayunar un poco, ¿no?– animó Noah.– ¿Alguien sabe que hora es?
Me quedé pensativa.
–Uhm... ¿Las seis de la mañana? No estoy muy segura, llevo algo mal los cambios horarios.
–Yo os lo confirmo, un segundo.– Edwin se alejó y empezó a hablar con un chico del personal del aeropuerto, volvió poco después.– Tienes razón, Amy, son las seis de la mañana. Bueno.– me cogió la mano.– Vamos a por algo de comer, ahora venimos.
Me llevó por medio aeropuerto cogida de la mano. Yo solo miraba a los nombres de las tiendas y a los carteles sin entender absolutamente nada. ¿Eso es un idioma? Son todo dibujitos.
Edwin se empezó a reír, supongo que de mi cara de confusión.
–Oye, ¿qué te hace tanta gracia?– dije, un poco molesta.
–Pues como miras todos los carteles, parece que estás intentando resolver un puzzle.
–Más bien un jeroglífico, ¿en serio ahí pone algo?
–Si. – se rió.– Cuando quieras te enseño japonés.
–¿Cómo es que sabes japonés, por cierto?
–Bueno, ya sabes, mucho tiempo libre y las series y eso...
–¿Cuantas series has visto?
–Pues... No las tengo contadas, pero bastantes.– se empezó a rascar la nuca.
Entramos en una de las tiendas y Edwin se paseó por allí como si nada, mientras yo iba mirando a todos los lados.
–¿Qué es eso?– señalé una bolsa.
–Uhm...– lo cogió y empezó a leer.– Creo que son como los dorayakis esos que comía Doraemon.
–Ah, ¿y qué lleva?
Volvió a mirar la etiqueta.
–Este lleva pasta de judías dulces y chocolate,– arrugué la nariz.– si lo prefieres esas llevan solo chocolate.
Cogí las que me dijo y las coloqué contra mi pecho, haciéndole reír.
–No tienes remedio.– me quitó la bolsa de las manos y empezó a caminar hacia la caja.
–¡Oye, espera! ¿Y las bebidas?
Me ignoró y pagó la comida, dejándome atrás.
–¡Se pueden comprar fuera!– me sacó la lengua y siguió caminando sin mí.
Reí. Se siente bien vivir un rato como adolescentes normales por una vez.

Luke
Mientras esperábamos a que nos llamaran para subir al avión May empezó a tararear una canción, aunque no creo que supiera que la estaba escuchando.
Me quedé un buen rato embobado mirándola y de repente se puso muy roja y miró al suelo.
–¿C-cuanto tiempo llevas escuchándome?– susurró.
Sonreí.
–Cantas genial. ¿Qué canción era?
–Prey de The Neighbourhood, ¿la conoces?
–Me suena mucho.– nos quedamos un rato en silencio.– ¿Crees que los demás habrán llegado ya?
–Puede ser. ¿Tendrán Fetch y Lewis algo planeado ya?
–Me pareció oírles que nos dejarían un poco de tiempo para vivir como "adolescentes normales"– imité unas comillas con mis manos.
–Vaya, Edwin estará feliz.
–¿Y eso?
–Creo que es bastante fanático de todo lo nipón.
–Espero que a tu hermana también le guste.
–Hay pocas cosas que no le gusten a Amy.
–¿Qué vas a hacer cuando todo esto acabe?
–Pues me gustaría estudiar magisterio, siempre he querido transmitir mis conocimientos a otras personas, ¿y tú?
–Algo relacionado con ONGs, me encantaría poder ayudar a aquellos que lo necesitan.
–Vaya, cada vez se me hace más difícil creer que estuvieras de parte de Jolene.
–Si, bueno, no recuerdo nada de lo que ocurrió durante ese tiempo pero, por lo poco que me han contado, no hice nada bueno. Y me siento totalmente culpable por lo que fuera que pasó allí.
–No deberías, es decir, no eras consciente de tus actos y, por lo que me ha contado Sam, con lo que te drogaron te convertía en totalmente lo contrario a lo que eres, ¿no?
–Si, creo que si.
–Vaya, entonces debiste de ser horrible.
Le miré con una mueca de confusión.
–¿A qué te...? Oh.– creo que me puse algo rojo al caer en la cuenta de a qué se refería May.
Ella se empezó a reír.
–¿Ahora te da vergüenza?
–C-creo que nos acaban de llamar para subir al avión...
Me levanté de un salto, lo cual solo hizo que May se riera todavía más.
–Así que,– se puso a mi lado.– eres de los chicos que se ruborizan con los cumplidos. No lo pareces.
–¡Qué perdemos el avión!– cambié de tema de nuevo, empezando a caminar hacia los demás pasajeros.
–De acuerdo, de acuerdo.– rió ella.– Ya dejo el tema.
Ay. Esta chica va a acabar conmigo...

Buenas ^^
Bien, creo que estos capítulos igual os resultan un poco aburridos, es decir, en un par no va a pasar mucho, porque tampoco quiero que la historia quede muy corta.
Bueno, que si os aburren me lo podéis decir y si queréis podéis darme ideas de enemigos que nuestros chicos tengan que vencer antes de acabar con Jolene.
No molesto más.
Sarichal❣