Entre mi mente

La cuspide de la felicidad

Me he puesto ha pensar que aveces no me conformo con los pequeños momentos al tomar un helado, un café, esas pequeñas cosas que en realidad te hacen más feliz que cosas vacías.
Debería de disfrutar cada segundo, no como si fuera el último, si no como si no se volviera a repetir, es tan Bello y hermoso disfrutar sin ver atrás, valorando cada instante que pasa.
La felicidad no sólo consiste en sonreír y verte feliz, si no en realmente estar feliz después de un mal día, después de un disgusto o algo, esa es la cúspide de la felicidad, cuando te sientes tranquila y te liberas a pesar de los altibajos de la vida.
Me he encontrado tantas veces en la cúspide de la felicidad, que no me doy cuenta de su inicio y su final, ese precioso momento en el que te encuentras de lo mejor sin la necesidad de otra persona, en cualquier lugar, en cualquier momento disfrutar.
Los malos momentos que uno llega a tener también son los mejores que puedes pasar, pues después de haberlos pasado, te encuentras en lo mejor, más liviano, más seguro y más inteligente.
Soy tan alegre, que no puedo pasar un día entero triste, el único secreto que tengo para esto son aquellas cosas sencillas cosas como que me hacen feliz, que me mantienen en lo alto de mi felicidad, con tan solo abrirme a dejar atrás todo y dejar que fluyan las cosas buenas sin forzar absolutamente nada.
Porque será que al momento de estar cómodo se cree que es lo que te hace feliz.
Que hace pensar que lo que no nos hace esforzarnos, cambiar, sentir y enloquecer es la verdadera felicidad, y no confundir la felicidad con la versión popular que todos creen que es, la mentira que se te infunda de que es y que no es felicidad.
Mi felicidad no es la que me mantiene sencilla y fácil la vida, si no la que me hace enloquecer y la que me hace cambiar a cada instante de sentir y de vivir, que me hace la vida un poco más difícil y llega a hacerme sentir uno que otro momento insegura y no de mí misma, si no del que hacer del que decir y del que pensar, esos retos que te ayudan y te satisfacen al vivirlos y al terminarlos, que te llenan y que te dan más de lo que puedas creer.