23:09:14

23 4 0
                                    

Te quebraste.

Hoy conduciendo en dirección a la ciudad contigua me topé contigo, obvio, no me viste. Yo venía conduciendo frente a tu coche el coche de mi padre. ¿Es por eso que no me reconociste? ¿O fingiste no verme?. Al legar al punto de giro que destinan a dos ciudades distintas nuestros vehículos se detuvieron uno a lado del otro, aún así no pudiste ¿verme? reconocerme, en tu defensa diré que en un principio tampoco yo lo hice. 

Baje la ventanilla para observar mejor. 

Te veías quebrado. 

Se que lo estas, lo he sabido por mucho tiempo solo que el no verlo me hacía creer que no sucedía. Que solo eran cuentos. Pero te vi, después de quien sabe cuánto. 

Tus heridas se habían cerrado, solo se olvidaron de cerrar tus heridas internas. A causa de ellos pareciese que la persona a la que yo veía era un desconocido. Tu sonrisa no se asomaba y solo dejaba ver un labio fruncido y una mirada apagada.

Perdiste el alma.

Cuando el semáforo marco verde las llantas de tu coche chillaron te alejaste con desesperación; y yo me dirigí en dirección contraria. 

Buzón llenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora