Ella había escrito demasiadas cartas y poesías
con ninguna esperanza de enviarlas.
Las escribía para sí misma
y siempre dedicadas a la misma persona.
Ese chico de piel bronceada,
ojos oscuros, pequeños y rasgados.
Ella esperaba que algún día,
así como la tinta que se seca con el tiempo,
el dolor
junto con cualquier rastro de amor que haya sentido,
se esfumaría.
Estas no fueron todas sus cartas,
ni las más importantes.
Pero son éstas
las que cuentan sus verdades.
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Buzón lleno
Short Story"Todo lo que debí decir y no me animé, todo lo que escribí y nunca envié." ❇Queda rigurosamente prohibida la reproducción total y o parcial de esta obra por cualquier medio©