02 - El AMOR Duele, Si no DUELE No es Amor.

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Todo sucedió tan rápido que no supe en que momento llegamos a la clínica. Me pareció haber escuchado a Hyung discutiendo con los Kwon y un segundo después estaba siendo arrastrada en una camilla por un pasillo mientras era conectada a varios cables y monitores.

Reconocí la voz de mi doctor y suspiré resignada. Estaba en sus manos.

-no va a ser fácil- me había dicho después de leer los análisis de sangre en su consultorio, meses atrás.

Sabía que era mi culpa. Era mi culpa si ese bebe no llegaba a nacer, aunque me dijeran que la anemia crónica no es algo que puedas evitar...

Nunca hice caso de la bulimia que llevaba a cuestas, he aquí las consecuencias.

Mi cuerpo frágil no era capaz de sobrellevar con normalidad un embarazo, a pesar de todos los intentos por mantenerlo iba a ser delicado...

Esa era la razón por la que decidí hablar con los Kwon. Ningún médico me aseguraba que pudiese dar a luz al bebé de forma natural, no estaba sana.

Una cesárea programada era la mejor opción, pero mi tipo de sangre no era común en Corea. Si una hemorragia se presentaba... podía no despertar.

Si lograba nacer el bebé, me advirtieron que tal vez pasaría unos meses en el Servicio de Neonatología. No pensaba dejarlo solo hasta que supiera que podía vivir bien sin mí.

Y ese era mi verdadero tormento.

Dejarlo solo, sin poder si quiera amamantarlo para asegurar su salud los primeros meses de vida...

Si no conseguía recuperarme de la cirugía iba a condenarlo a él y a mi hijo a vivir con el estigma de mi muerte.

No quería que ellos cargaran con eso.

Por eso decidí hacer ese documento, así Ji Yong no se vería afectado en su carrera ni en su vida. No sabrían que tenía un hijo, y él o ella tendría el amor de sus abuelos... ese amor que sé que mis padres nunca querrían darle.

-Señorita Ana María...- alguien me estaba despertando. -puede abrir los ojos? - me tomó unos minutos poder enfocar la sonrisa de mi doctor.

Sonreí en respuesta, su semblante alegre era una buena señal. Intenté hablar, pero no pude por unos tubos estaban dentro de mi nariz. Me moví molesta...

-no se los quite, la ayudaran a respirar mientras se recupera... todo está bien. -adivinó mis pensamientos. – se llama periodo lacunar, una pequeña hemorragia al final del primer trimestre y comienzos del segundo que señala que el intercambio entre la sangre materna y la del feto fue exitosa. Normalmente es un sangrado pequeño, pero en su caso como la sangre no coagula tan rápidamente como debería...- asentí con la cabeza mientras buscaba ese pequeño bulto debajo de las sabanas.

Respiré tranquila al sentirlo, seguía ahí... -crece sano bebe, por favor...-

Unos días después recibí la visita de la Señora Kwon... y el clásico canasto de manzanas.

Hyung nos dejó solas, no era un buen momento para ponerme sensible, pero fue imposible evitar que unas lágrimas cayeran sin permiso de mis ojos.

-No tengo trabajo, no tengo donde vivir...- aclaré mi garganta- tengo una visa de estudiante con fecha de vencimiento, no dispongo de dinero... no puedo usar el seguro médico que me da mi familia y tampoco puedo volver a casa con un bebe, me lanzaría a la calle como a un perro... no voy a dejar que pase necesidades ni poner en riesgo su salud por ser egoísta y creer que solo es mío. -

-son solo excusas- me observó con furia en los ojos- solo quieres deshacerte de él...-

-no se equivoque... lo amo porque también es mío y parte de mí, por eso quiero cederles la custodia a ustedes... – levanté la voz. -vestirá Channel antes de que pueda caminar... yo no tengo nada más que ofrecerle que la oportunidad de ser amamantado por unos meses! -

-Podemos ofrecerte un...- ya sabía que diría. Ese pensamiento típico de las mujeres coreanas. Todo en la vida se basa en lo que tienes y en tu apariencia.

-no voy a aceptar nada de ustedes... no importa que pase conmigo después. -no iba a decirle que podía perder la vida dando a luz, no los ataría a mí con algo así.

-El Abogado Kim dijo que la enviarán a casa en un par de horas...- hyung iba a darme alojamiento, temía que algo pasara si estaba sola en las habitaciones de la universidad. -la visitaremos en un par de días. Veremos si ese lugar es adecuado para una persona en su estado.

-Por favor, comuníquese con mi abogado antes de cada visita para acordar un horario. - No quería tener a la madre de Kwon Ji Yong metida en mi habitación todo el día. Eso iba a estresarme peor.

No llamó, ni un día ni unas semanas después...

Hyung trabaja casi todo el día, sí... Hyung. Yo no tengo "Opas" sino un Hyung que me cuida como su propia hermana. Así que me la paso en la cama comiendo frutas y helado de agua sabor limón.

Hyun Soo es el clásico solterón no muy agraciado. Amante de la cultura argentina y por su puesto del tango... lo que nos llevó a ser casi hermanos interculturales. Aunque nunca fui capaz de enseñarle a bailar, el pobre tiene dos pies izquierdos.

Cuarto hijo varón de una familia numerosa, tradicionalista y muy conservadora. Igual a la mía.

Si se enteraran que tiene a una extranjera embarazada viviendo en la habitación de huéspedes, literalmente lo sacarían del registro familiar. Casi lo mismo que haría mi familia si supieran de mi estado.

Ahora si les mostrara mi antiguo registro familiar y las cuentas bancarias de las empresas y bienes que iba a heredar... nos considerarían del mismo nivel social y tal vez, nos obligarían a casarnos...

El timbre sonó 3 veces. El impaciente de Hyung siempre hacia eso cada lunes cuando olvidaba la nueva clave de ingreso. Era un obsesivo de la seguridad que cambiaba la clave todas las semanas.

Caminé con pereza hacia la puerta, pasando antes por el espejo de la sala para sonreírme... mis mejillas estaban rosadas y un poco más hinchadas, me veía muy saludable. Eso me hacía feliz.

-Kim Hyun Soo! ¿Por qué haces que unnie se levante de la- abrí la puerta distraída- cama? - maldición...- me tapé la boca. No acostumbra a maldecir frente a extraños. Si es que, a ese, ahora rubio le podía llamar así...

Como acto reflejo le cerré la puerta en la cara, pero fue más rápido que yo y su zapato de piel de serpiente se atravesó primero.

-no puedes evitarme para siempre, necesitamos hablar...- su voz firme me dio pánico. Quería correr, pero mis piernas no se movían. Su cabellera platinada se asomó lentamente detrás de la puerta.

- ¿es un Good Oficial? - sonrió mientras señalaba la camiseta que usaba de pijama con el sello de Made en el frente. Cerró la puerta e ingresó tímidamente. - ¿puedo sentarme? - asentí si moverme de donde estaba parada.

Mantenía mi cabeza agachada mientras que las lágrimas mojaban la alfombra.

Mi cuerpo comenzó a temblar producto de los espasmos que me provocaba el llanto que ocultaba detrás de mi flequillo.

-Es difícil lo sé... pero no quiero que pases por esto sola, no fue nuestra culpa que algo así pasara. Nadie se va a enterar, ya deja de preocuparte por mi carrera...- sentí su respiración irregular cerca de mí -TOP hyung está por volver de Alemania, haremos una reunión para que conozcas bien a los chicos...- intentó abrazarme.

-NO PUEDO VERLO... ¿COMO VOY A VERLO A LA CARA DESPUES DE ESTO? - rompí en llanto - COMO VOY A VERLO DESPUES DE LO QUE HICE? - lo alejé de un empujón -LO TRAICIONÉ! NUNCA VOY A PODER VERLO A LOS OJOS...- no iba a ser capaz de cumplir el sueño de mi vida, nunca más....

Caí de rodillas al suelo ante su mirada expectante.

-MIRARLO A LOS OJOS...SOSTENERLE LA MIRADA EN UN DUELO Y SUSURRARLE...- Bajé la voz- Tienes una mirada tan profunda que duele. El amor duele, si no duele no es amor...- Eso iba a decirle el día que lo conociera a él, mi único Bias.

Traicioné a mi BIASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora