UN MAL ENTENDIDO Y UNA QUE OTRA CONFESION.

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Llegue temprano a la oficina. Quería estar antes de que llegase el jefe.
Me gusta ser puntual. Eso dice mucho de una persona.

Entre como siempre con la mirada alta ...su mirada se clavo en la mía y sin poder dar tiempo a nada más que pararme en seco casi chocando con su cara estirada.

-¡Valla valla! De chacha a secretaria. ¿Como lo has conseguido? No será por tu currículum.

Se echó a reír mientras ponía sus manos agarrando su tripa.

-Simplemente me ofreció el puesto y ya. No tuve que hacer nada. Es más ni lo pedí.

Se apoyó en su escritorio y con una mirada de burla y desaprobación me dijo algo que todo el mundo pensaría. Ya desgraciadamente me dolía que pensasen así de mi.

- O claro que no lo pediste. Después de arrodillarte debajo de su mesa directamente el té lo ofreció ...nos han jodido.

-¡QUÉ! Yo no...

-¡VASTA!

Me sobresalté al escuchar la voz de el. Jamás la oí de ese modo.

-Angy espérame en mi oficina.

Iba a preguntarle pero no me dejo.

-¡AHORA!

No pude evitar dar un salto al escuchar su potente voz.

Como cuando tu padre te pillaba haciendo algo y te gritaba. Así me sentía yo.

Pero en este caso yo no hice nada.

Me dirigí hacia el ascensor , intente oír lo que hablaban , pero ambos estaban callados. Quizás esperando a que desapareciera de allí.

Dicho y echo , nada más entrar en el ascensor apreté al número 3 y antes de que las puertas se cerrasen pude ver cómo la chica miraba al suelo con las manos juntas y el apretaba las suyas mientras me miraba.
¿ Cuánto tiempo llevaría mirándome ?
¿Cuanto escucho?.

Me despediría por lo que pasó. Ahora la gente hablara de ello. Y lo dejaran tanto a él como a mí en mal lugar.
Pero no me preocupan lo que digan de mí. Si no más bien de lo que digan o piensen de el por darme este puesto.

Llegue a la puerta del despacho sin darme cuenta. Los pensamiento y dudas ocuparon todo el camino hasta aquí.

Estoy tan nerviosa que no dejo de dar vueltas de un lado al otro lado de la puerta.
Y a este paso haré un agujero en el suelo.

Un pequeño tiemble me saca de mi nube y me pongo aún más nerviosa de lo que estaba al verlo salir.

Pero más nerviosa aún me pongo cuando la chica sale detrás de él con la cabeza agachada como la vi hace unos minutos atrás.

-Te dije que me esperase en la oficina. No en la puerta.

Su voz ya no es como la de un ogro.
Pero tampoco es como la de siempre.
Se nota enfadado.
Su voz. Su mirada. Su forma de poner los hombros y las manos. Su respiración.

Aun estando enfadado es perfecto. Derrocha sensualidad por cada poro de su piel.

-Bueno. La puerta está cerrada y no pu...

-¡Y porque demonios no me lo dijiste!.

Vuelve a levantar la voz pero no tanto como antes.

Pero si lo suficiente para que mi cuerpo reaccione sin pensarlo antes.

Me echó atrás con las manos en alto.

- Sabe. Mejor será que me vaya. Todo esto parece que lo cause yo. Así que muerto el perro. Fuera rabia.

DELICIOSA MENTIRA (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora