sonic 4/5

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El rojo volvió de nuevo y entonces volvía estar en el nivel, pero Knuckles parecía en estado de pánico y no se veía a Sonic. Ahora ese pitido del jefe final de Silent Hill sonaba por los altavoces. ¿Era algún tipo de batalla contra Sonic? Recé porque no fuera así, la verdad.

De repente Sonic apareció detrás de Knuckles en lo que parecía humo pixelado. Hice que Knuckles se girara y golpeara a Sonis, pero éste desapareció en el humo antes de que pudiera darle, con la terrible risa de nuevo. De nuevo volvió a aparecer y lo volví a intentar, con el mismo resultado. Knuckles cada vez tenía más miedo e incluso yo sentía que me estaba volviendo loco. Sonic estaba jugando con nosotros a un retorcido juego mental...

De nuevo una escena, con Knuckles de rodillas con la cabeza dando tumbos. Sentía su agonía, Sonic nos estaba volviendo a AMBOS locos. Un segundo más tarde, Sonic se abalanzó también sobre Knuckles y volvió la pantalla negra con el chirrido durante tres segundos.

Un mensaje apareció: "Tantas almas con las que jugar y tan poco tiempo, ¿no crees?".

¿Qué coño? ¿Qué estaba pasando? Empecé a pensar que Sonic intentaba hablarme a través del juego, pero estaba demasiado asustado para pensar eso.

Volví al menú principal y ahora la segunda partida tenía a Knuckles en la pantalla de la TV, con su roja piel ahora gris, sus rastas chorreando sangre, al igual que sus negros ojos, con una gesto de tristeza en la cara. Empecé a pensar que esos eran los personajes con los que había jugado, ahora atrapados en esas pantallas, pero no lo podía creer... No lo quería creer.

Cerré el juego y me di un respiro. Me eché una siesta, bueno, mejor dicho deseé echarla, porque no pude, ya que empecé a tener la pesadilla más horrible que haya tenido nunca. Estaba sumido en la oscuridad profunda, aunque me encontraba debajo de la luz que daba una lámpara que colgaba encima de mi cabeza. Podía oír los llantos de Knuckles y Tails cerca. Todo lo que decían era "Ayúdanos...", "¿Por qué nos has entregado a él?" y "Huye antes de que te coja a ti también".

Sus gritos se ahogaron al volver a escuchar la risa de Sonic, su risa... Sonaba mucho como la risa distorsionada de Kefka.

"Es muy divertido jugar con un niño, como tu amigo Kyle, aunque él no duró mucho".

Estaba asustado y mirando alrededor, para intentar encontrar el foco de esa voz, esa terrible voz.

"No pasará mucho hasta que te unas a él y a todos mis otros amigos".

Le vi andar hacia mí, transportándose en muchas direcciones.

"No puedes correr, niño. Estás en mi mundo ahora. Como todos los demás".

Cuando me agarró y le vi los ojos, esos ojos negros llorando sangre, de pronto me desperté de un sobresalto.

Después de un par de horas decidí continuar jugando. No sabía por qué, pero tenía que saberlo, tenía que averiguar qué estaba pasando... Así que encendí el ordenador, el juego y elegí ahora a Robotnik.

Todavía seguía pensando que era raro y un sinsentido el jugar con Robotnik, de cualquier modo lo hice. El título del nivel ahora era "...", lo cual encontré muy extraño.

Esta vez estaba en una especie de pasillo, no parecía de ningún juego clásico, aunque era también pixelado. El suelo era brillante y a cuadros, las paredes era de un tono morado grisáceo oscuro con velas colgadas y unos rastros de sangre por aquí y por allá, y había una cortina de color rojo oscuro colgando de la parte superior de la pantalla.

Cada doce segundos o así, la cortina se balanceaba muy lentamente, pero cuando jugabas apenas se notaba. La música era muy estridente y extraña, sonaba como una versión 8 bits de la melodía de la Batalla contra la Reina Roja, de American McGee's Alice, con la diferencia de que sonaba un poco peor, como si se tocara más lenta, aunque apenas era perceptible.

Robotnik no parecía tan nervioso como Tails y Knuckles, pero tenía una mirada de sospecha en la cara, como si fuese un poco paranoico. Hacía una pequeña animación cuando no lo movía, giraba la cabeza de izquierda a derecha al menos dos veces y luego encogía los hombros hacia mí, como si no tuviera ni idea de qué estaba pasando.

Aunque por dentro estaba asustado por lo que iba a pasar, continué con Robotnik hacia delante. Hizo su animación de correr habitual (ya sabéis, cuando le derrotas al final del primer Sonic y lo persigues) y siguió avanzando por el pasillo.

Entonces paré ante una larga fila de escaleras hacia debajo. Ahora estaba nervioso, incluso el villano parecía inseguro de sí mismo, aunque le presioné para que siguiera.

Según guié a Robotnik escaleras abajo, noté que las paredes se hacían más y más oscuras y rojizas, y las lámparas rojas desprendían ahora un halo azul. Entonces llegamos a otro pasillo, esta vez más largo que el anterior (o eso me parecía) y después a otro montón de escaleras hacia abajo, mucho más largas. Tardé al menos un minuto en bajarlas.

Y entonces oí esa horrible risa otra vez y la música fue desapareciendo poco a poco hasta que se silenció por completo, así como las paredes se hicieron más oscuras y las luces con llamas negras.

Cuando Robotnik llegó al tercer pasillo me di cuenta de que ahora parecía atemorizado, aunque él trataba de esconderlo. No lo puedo culpar, yo estaba igual.

De repente Sonic apareció a la derecha de la pantalla, al igual que hizo con Knuckles y después la pantalla en rojo. Duró ahora quince segundos y después mostró la imagen más desagradable hasta el momento...

Mostraba un Sonic hiper-realista de pie en la oscuridad, donde sólo se podía ver su cara, mientras que la cabeza y tronco se camuflaban en la oscuridad. Y cuando digo hiper-realista, me refiero a que era tan real que hasta se podían distinguir los pelos de su piel y podías llegar a sentir el pelaje si tocabas la pantalla.

Su cara... dios mío, tenía la sonrisa más terrorífica que había visto nunca. Y teniendo en cuenta la imagen que vi al principio del juego, no es hablar por hablar.

Sus ojos eran anchos y una vez más lloraban sangre (la cual era también hiper-realista) y había dos pequeñas pupilas rojas resplandecientes, apuntando directamente HACIA MÍ, como si mirara directamente a mi mente. Su sonrisa era ancha y demoniaca, literalmente cruzaba la cara de lado a lado, como el Gato de Cheshire pero con unos colmillos MUY AFILADOS, como los del erizo-lobo pero con un toque más siniestro, algo amarillentos y con unas manchas de sangre y ligeros trozos de carne en sus labios y dientes, como si hubiera comido algún animal.

Miré aquella espantosa imagen unos treinta segundos, sin quitar la vista de encima. Sentía como me miraba él también, sonriéndome... Esa cara, sólo tardo diez segundos en abrirse paso hasta mi cerebro.

Entonces la pantalla parpadeó, roja, de nuevo tres veces, y a la tercera oí esa risa maléfica de nuevo, ahora más distorsionada, más demoniaca...

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