tres; nervious

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Hoy era el día de la exposición de Luke y Marie, ella estaba un poco nerviosa, bueno, a decir verdad, demasiado, era algo extraño porque marie jamás estaba nerviosa para cosas de la escuela, pero esta vez fue la excepción. Ella no tenía idea del porque o que era la causa de su nerviosismo, tal vez no quería defraudar a Luke.

Luke, estoy nerviosa.

—No sabía que te ponías nerviosa en este tipo de cosas, ahora entiendo porque siempre lo dices todo mal  —Dice Luke, al parecer sorprendido—Pero descuida, no tienes por qué estar nerviosa, tu tranquila, no pienses en los que te están viendo exponer.

«En realidad nunca estoy nerviosa, me sale mal porque nunca tengo ni la menor idea de que diré a la hora de exponer, simplemente leo el titulo e improviso» Pensó Marie.

Marie quería reír por dentro, pero si le decía la verdad de que nunca estudiaba o repasaba él iba a pensar que era más torpe de lo que ya era. Esperen, ¿desde cuándo marie se preocupaba por lo que pensaba luke?

Entonces fue cuando Marie capto, lo que la ponía nerviosa era Luke, ¿se habría enamorado de esos hermosos y profundos ojos azules? «no, no, no, no y no» pensaba marie.

A ella le gustaba Blaiden, o al menos eso era lo que ella pensaba. ¿y si lo que sentía por Blaiden nunca fue real? pero tampoco no es posible enamorarte de alguien en tan poco tiempo de conocerlo ¿o sí?, en su defensa Luke y ella eran demasiado diferentes, jamás iba a funcionar, justo como paso con Blaiden, no funcionó, aunque no tuvieron la oportunidad de intentarlo formalmente, ya que.

Estaba demasiado confundida en ese momento, cosa que era lo menos que le faltaba para la exposición.

Luke le hizo la señal a marie de que era su turno de hablar, sin embargo lo dijo todo con facilidad, dijo una que otra palabra tartamudeando pero lo explico bastante bien, Luke la miro sorprendido, no era para tanto.

— ¡Hay que ir a celebrar!—dijo Luke emocionado, es algo exagerado.

Luke, no es para tanto, no soy bebé— dijo Marie rodando los ojos.

Al decir eso te estás perdiendo de un buen café de"edwins coffee house"—dijo mencionando por fin el nombre de la cafetería que habían ido hace algunos días.

Marie sonríe y acepta, porque claro, sería un desperdicio no ir por ese café.

Silly girlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora