Silly girl

cinco; keys

Era un miércoles por la tarde, y Marie estaba emocionada porque hoy invitaría a luke a su lugar preferido, y con lugar preferido se refiere a un parque de diversiones.

— ¡Luke, luke!—Marie gritaba por los pasillos corriendo torpemente causando que se tropezara unas cuantas veces mientras buscaba al rubio.
— ¿Ahora qué quieres, Marie?—Suspira luke.

—Solamente darte las gracias por el café de ayer, y decirte que ahora es mi turno de invitarte a mi lugar favorito. —Aclara emocionada.

—Lo siento, Marie, no podré ir.

Por lo cual Marie suelta un « ¿Qué?» como respuesta, ella enserio tenía ganas de divertirse, su idea era ir a disneylandia, pero no tenía con quien, y por el momento luke era su único amigo, así que lo invito, pero resulto ser rechazada.

—Estaré ocupado, lo siento en serio.

Más tarde, después de haberse terminado las clases, Marie se encontraba en el laboratorio buscando las llaves del auto de su padre que por alguna extraña razón no estaban en su mochila, donde siempre las colocaba. Ya habían pasado más de 15 minutos y todavía no aparecían, se estaba comenzando a poner histérica.

— ¿Estabas buscando, esto?—Dice la chica agitando las llaves con las manos en el aire, lo más alto posible.

—Dame eso, Lauren. —Corre Marie hacia ella y brinca intentándolas agarrar, pero fracasa en el intento, Lauren es mucho más alta que ella.

— ¿Qué te hace pensar que lo haré?

—No lo sé, solo dámelas, esto no me causa gracia ¿sabes?

—Pues a mi si, demasiada.

— ¿Por qué haces esto?

—La pregunta adecuada sería, ¿por qué no?

Lauren se dirige al área de laboratorio, donde había unas sustancias mezcladas en el matraz que echaban humo, puso sus manos en una posición donde si soltaba las llaves caerían en esas sustancias destructivas.

—Oh no, no te atreverías.

—¿Me estas retando? ups—Lauren abre las manos soltando las llaves, haciéndolas caer a ese recipiente, para después irse satisfecha.

¿Ahora como iba a regresar?
su casa quedaba algo lejos de la escuela, pero igual se podía ir caminando, sin embrago, lo único que Marie hizo fue soltarse a llorar mientras intentaba salvar las llaves antes de que sea demasiado tarde, ¿o ya lo era?