Prólogo

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Ya había caído la noche en Paris. Los dos héroes de la cuidad, tenían una de sus típicas patrullas por la noche. Sin embargo, ya no eran los adolescentes que solían ser cuando empezaron en todo este mundo de los Miraculous y los Akumas -que ya fueron derrotados y solo salían para recordar los viejos tiempos-. Ambos ya eran adultos. Unos adultos que se habían casado y revelado sus identidades. Unos adultos que, hasta esa noche, habían tenido una vida feliz.

- Deberíamos volver ya. - propone la azabache - La tormenta se está acercando -le comenta mirando al cielo.

- Tranquila, Mi Lady. - sonríe.- Ya han dicho que no llovería, así que no te preocupes. - dijo recostándose sobre el muro que se encontraba detrás suyo, en un tono despreocupado y divertido.

LadyBug negó con la cabeza y no dijo nada más. Presentía que una tormenta se acercaba y que algo malo vendría con ella.

En un cerrar y abrir de ojos, ambos se encontraban corriendo por los tejados de Paris, queriendo escapar de la tormenta que la ojiazul había predicho minutos atrás.

- ¿Qué te dije? ¿Eh? ¡Sabía que empezaría a llover! -gritó sin parar de correr y saltar por cada techo de la cuidad.

- Lo lamento, Mi Lady. -dijo es un tono apenado. - Yo pensé que no pasaría na...

- ¡Ah!

Chat Noir paró en seco, sin importarle que su cuerpo se siga mojando.

- ¿LadyBug...? - se dio vuelta, esperando verla regañarse a si misma por haberse resbalado y hacerlo preocupar.

No vio nada de eso.

El cuerpo de la joven yacía sobre el techo de uno de los tantos edificios de que aquella zona.

- ¿Mi... Mi Lady...? -la llamó esperando una respuesta que nunca llegó de su parte. Se puso pálido y corrió hasta su cuerpo inmóvil. Tomó su rostro entre sus manos, mientras esperaba alguna reacción de parte de ella.- La-LadyBug... de-despierta... -jadeó - Vamos... e-esto no es divertido...-rió levemente, como si se tratara de algún chiste de mal gusto. No pudo evitar que algunas lágrimas se acumularan en sus ojos. - Ma-Marinette... - la llamó por su verdadero nombre, pensando que ahí tal vez le respondería - Marinette... - sollozó, mirando las quemaduras y el pequeño charco de sangre que se esparcía por el suelo- No... -su labio tembló al igual que él, no queriendo aceptar lo que estaba viendo en ese momento.- No... ¡Marinette, no! -gritó ya sin poder evitar contener las lágrimas. - ¡Marinette! ¡No...!-dijo en un grito tembloroso, abrazando a su amada, dejando que la lluvia los siguiera empapando.

...

"La famosa joven pareja Agreste, sufrió un accidente en la tormenta de anoche, cuando un rayo impacto sobre el vehículo en el que se encontraban. Afortunadamente, Adrien Agreste no sufrió ningún daño. Sin embargo, su ya conocida esposa, Marinette Dupain, se encuentra en un grave estado de coma, que probablemente pueda..."

- Afortunadamente. Si, claro. - rodó los ojos, apagando el televisor, no queriendo escuchar más de aquella mentira- Soy yo el que debería estar en el hospital, ahora mismo... -susurró cabizbajo.

Levantó la vista al sentir lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos. Su mirada se centró en la imágen que tenía enfrente suyo: Él, Marinette y su hijo, Adrinett, de 7 años. Los tres sonriendo, felices de la vida que llevaban hasta ese momento.

- Adrinett... - susurró en un sollozo, rechinando los dientes.

Lo primero que se le vino a la mente, fue él sin una madre. No quería que eso le pasara a su hijo y menos a la edad que tenía.

- Por lo menos yo pude disfrutarla 15 años...-se dijo a si mismo, aliviado de que su hijo se encontrará durmiendo y no pudiera escucharlo.

En ese momento, recordó a su padre. El que había sido Hawk Moth desde un principio.

Ahora lo entendía perfectamente.

Se levantó del sofá, en busca de algo que pensó que nunca iba a volver a tocar, algo que nunca pensó que le sería tan útil.

- Adrien... ¿qué haces...? -se atrevió a hablar Plagg, en cuanto vio lo que su portador tenía entre las manos.

- Ahora te entiendo, padre... -susurró mirando el broche. - Ahora entiendo porque lo hiciste... - dijo colocándose aquélla joya que trajo problemas en su adolescencia.

- No, Adrien. No.- trató de detenerlo, sacándole el anillo de la manera más rápida, aún sabiendo que desaparecería.

- Nooru..., transformame.

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Nota de las Autoras:

¡Empezamos con una nueva historia, muchachas!❤
En esta ocasión les traigo un Fic escrito por mi y por ElizabethChrono✨❤
Ambas esperamos que disfruten de esta pequeña historia que hacemos en conjunto~ ^w^

En otras noticias: Les quiero agradecer, de mi parte, los ¡+600 seguidores!✨❤ Muchas gracias por apoyar mis historias y por apoyarme a mi, más que nada❤ ¿Les gustaría un especial por ello?✨

¡Nos leemos luego!✨

CANCELADA || Esta vez no te dejaré ir... - Miraculous LadyBugDonde viven las historias. Descúbrelo ahora