CANCELADA || Esta vez no te dejaré ir... - Miraculous LadyBug

Capítulo 7

- Espérame un segundo, ya vuelvo. - le sonrió apenado, antes de alejarse unos metros de ella.

- Si... claro... -sonrió para si, apoyándose contra una columna que se encontraba por allí.

Debía admitir que Adrien tenía una vida ocupada, cuando se trataba de su trabajo.

- Hasta que te encuentro, irresponsable LadyBug - habló una voz en su oído. Marinette se tensó y lanzó un grito ahogado. Sin embargo, esto no llamó la atención de Adrien, quién seguía en su llamada con su secretaria, Mary. - Ya, tranquila. - bufó el chico de ojos gatunos de color verde intenso. - Solo soy yo. - rió con ironía, colocándose en frente de ella.

- Me asustaste..., Chat. -rodó los ojos, cruzándose de brazos, no sabiendo si llamarlo así. De todas formas, estaba transformado y no creyó que habría problema. - ¿Qué pasó? Te recuerdo que me dejaste sola el otro día y que...

- Calla. ¿Quién es él? -la interrumpió, mirando fijamente al rubio que se encontraba de espaldas.

Esperaba que no sea "él" pero no había muchas esperanzas.

-Ahg. -maldeció en voz baja.- Él es...-retomó su compostura- Adrien Agreste. Es uno de mis compañeros de secundaria. Excompañero, mejor dicho. -corrigió recordando estar en el futuro.

-¿Qué? -exclamó, sorprendido.

- Si, era mi compañero.-suspiró- Bueno lo es, ya que...

- No lo decía por eso.-la volvió a interrumpir- Él ya no es como antes. Ha cambiado durante todos estos años, él es...

- ¿Y tú quién te crees para hablar así de Adrien? -ahora fue ella quien lo dejó con las palabras en la boca- Ni si quiera lo conoces y dices que ya no es como en el pasado. ¿Te diste cuenta que, en ese momento, aún no nacias? - le preguntó, cruzándose de brazos.

-Escúchame. Él no es lo que parece. Corres gran peligro con él. -trató de convencerla.

- Deja de decir tonterías de alguien que no conoces. -le pidió, en un tono molesto.- No dejare que sigas hablando así de él. -dijo de repente- ¿A caso no te enseñaron en tu casa a no hablar mal de las personas a sus espaldas?

"Parece que no me educaste bien, entonces.", pensó con ironía el pequeño.

- Marinette... -suspiró cansado, queriendo que su madre entienda que solo quiere ayudarla. Sin embargo, logró escuchar la voz de su padre terminando la llamada.

Ya no le quedaba más tiempo.

- Solo... ten cuidado con él - le dijo antes de extender su staff para retirarse.

- Maldito...

- ¿Dijiste algo? - le preguntó Adrien, regresando junto a ella.

- ¡A-Adrien...! - exclamó, sobresaltada. - No, nada.-rió nerviosa.

- Esta bien. ¿Vámonos? -le sonrió, extendiéndole su mano.

No permitiré que la pongas en mi contra, hijo...

Marinette le devolvió la sonrisa y entrelazó su mano con la de él. Por alguna razón, ya no sentía tanta pena como al principio. Y no sabía como sentirse con respecto a ello.

Fueron caminando por las calles de Paris, sumidos en un silencio incómodo.

Adrien se preocupó por esto. ¿Será que ya no le caía bien?

- ¿Hay nuevos héroes en la ciudad? - escuchó que preguntó de repente.

Por lo menos a ella tampoco le gustaba ese silencio.

- ¿Por qué lo dices? - le contestó con otra pregunta, como si no supiera a lo que se refería.

Pero claro que lo sabía.

- Eh... vi en las noticias un reportaje por el nuevo Chat Noir de estos últimos años...-mintió -¿Qué pasó con LadyBug y el anterior Chat Noir? - cuestionó, aún con la duda de porqué la estatua de ellos dos seguía allí y no una nueva de los "nuevos héroes de Paris"

- Bueno, sobre los nuevos héroes... -comenzó, no sabiendo que decir.- solo conozco a uno. Es... es el hijo del anterior Chat Noir, por lo que tengo entendido...-comentó, restándole importancia.

Ya no quería saber nada de su hijo.

...

"Hawk Moth..."

Eso fue lo primero en que pensó Marinette al oír el revoloteo de una mariposa en su oído.

Recordó lo de la noche anterior. Negó con la cabeza y suspiró.

Se sentía sucia.

- ¿La asusté, Señorita...?-susurró en su oído, haciendo que se sobresaltara. ¿Cuándo había llegado a su lado?

- ¿Por qué regresaste? - le respondió con otra pregunta. Debía admitir que se sentía incómoda al tenerlo cerca. Se seguía sintiendo sucia, con tan solo recordar lo ocurrido anteriormente.

Escuchó su risa y sintió como giraba su rostro para que lo mirase. Sus ojos hicieron contacto con aquellos ojos esmeralda. Se sonrojó levemente.

Ahora podía entender porque, la noche anterior, no quería que lo viera...

El adulto volvió a reír levemente, al ver lo que había provocado en ella y colocó uno de sus mechones azabaches, detrás de su oreja.

- Quería verte, ¿sabes? - respondió la pregunta de hace unos segundos. - Además, no has respondido mi propuesta...- le recordó, acariciando su mejilla con sutileza.

Marinette sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal. El poder ver sus ojos y escuchar su voz, no le ayudaba mucho para mantenerse con la postura de hace minutos atrás.

Él sonrió, feliz de lo que estaba logrando en ella.

- ¿Te comió la lengua el ratón...? -rió, aguantando el decir "gato", en lugar de "ratón", por alguna razón.

No chistes de gatos ahora, por favor.