Tras dos semanas de terapia para Ichimatsu había podido progresar y ser capaz al menos de mantenerse en pie durante cortos segundos, era todo un logro, parecía muchas veces rendirse ante la situación, la sonrisa y aquellos ojos color mar profundos condujeron a motivar el corazón de Ichimatsu. Poco a poco el chico había aceptado con cariño y aprecio las muestras de afecto del mayor Karamatsu, aunque no del todo, sentía su corazón entrar en locura, se sentía aun culpable, era como mentir a su corazón sobre la muerte de su hermano y sustituirlo con una copia suya, ¿Que cruel juego del destino? Parecía ser así no obstante se dejaba llevar al ver esos ojos sinceros haciendo su cuerpo perderse en su mirada y apagar esa llamada de agonía en un dulce beso callando toda culpabilidad.
Ichimatsu sentado en el patio con su ropa deportiva sin calcetines observaba el cielo a través de las hojas del árbol, recordaba con desdén Hokkaido cuando fue al templo con Karamatsu unas semanas antes de morir este, trataba con cuidado de recordar los meses anteriores a su muerte, lo solo que se sintió al no notar su presencia, la ausencia durante semanas, esas veces dónde ni siquiera se mostraba doloroso callando su dolor en su falsa sonrisa, quería golpearse mil veces, debió confesarse o decir lo que sentía mucho antes, al menos podría llenar su roto corazón de más hermosos recuerdos lleno de felicidad y no una angustia de dos meses llenas de lágrimas con risas calladas en noches de placer rogando una eterna.
-Si tan sólo hubiera sido más valiente -decía al viento, en soledad -Ojala hubiese podido tener valor de contarte, decirte lo mucho que te extrañaba cuando desaparecías de casa -con una sonrisa leve con un poco de dolor -Era quien mas te extrañaba de todos -suspirando.
Karamatsu no se encontraba en la mansión esa mañana, fue a buscar a los traviesos Matsuno, llegaban esa misma mañana y él fue a recogerlos, creyó que eso animaría a su adorado chico, no era oficial pero no le importaba decirlo a los cuatro vientos lo que sentía, le parecía raro no encontrar a su hermana Ichiko e incluso a Osomatsu, igual manera fue solo.
Ichiko junto con el mayor de los Matsuno fueron a comer a un restaurante, tras ese tiempo en la mansión no pudo evitar ser atraída por ese encanto detestable del mayor de los hermanos, se sentía cómoda, podría decirle: sentía aprecio o cariño, no era de menos saber la fuerte conexión establecida por ambos sin decir palabra, la extrovertida personalidad del mayor con la introvertida personalidad de la chica, eran polos opuestos.
-Este sitio está genial -dijo Osomatsu comiendo.
-Lo es, sirven lo mejor -dijo la chica retocando su cabello largo, no probaba bocado aun, el chico la sorprendió dando un bocado de su comida a ella en su boca.
-Si no comes, te quedaras aun mas sin pechos -dijo riendo un poco -Debes tener mas talla.
-Bastardo -dijo arrebatando su plato de comida -Vete con otra que tenga más tetas -ruborizada.
-Mi comida no -tratando de quitarle el plato -Me gustan tus pechos, perdona -dijo en pucheros, abrazo a la chica poniendo su cara entre sus pechos, todo el restaurante les miro raro.
-¡Quita! -pegándole con el bolso -Está bien toma tu plato.
-No es por la comida, en verdad me gustas Ichiko -soltando a la chica, de pie le dio un tierno beso en la boca -No bromeo. Sintió la chica romper su corazón.
"-Eres interesante Ichiko -dijo un joven de sudadera azul con gafas de sol.
-No lo soy, todos me llaman "bicho raro" -un poco molesta.
-Para mi eres mucho más -luciendo cool.
-Eres igual de idiota que mi hermano...-con un tono triste.
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Smile For Me.
FanfictionIchimatsu pide un deseo imposible; volver a ver a Karamatsu, tras cumplir sus peticiones no puede evitar sentir amor.