|PARTE UNO|
«Solo espero no volverlo a ver, no por miedo a su obsesión por mi, sino a mi propio miedo por volverme a enamorar y hacer cosas que yo no deseo.»
Él la salvó sin pensar en que volveria a caer en todas esas emociones que creyó perdidas.
¿...
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El escribía tranquilo en el único pupitre que se encontraba en la esquina de la cabaña. Y por momentos, la observaba, estaba intranquilo. Pero, ¿Por qué? Negan habia pasado por mucho, ya habia vivido demasiado, en cambio Lucille apenas era una niña que lamentablemente no llego a ver como el mundo era antes. Negan pensaba que ya habia pasado por esto, atracción, pero en realidad eso no es lo que en su momento sintió por su difunta esposa, esto es distinto. Lucille lo hace pensar en muchas cosas imposibles, ella lo hace salir de este apocalipsis, lo hace sentir extraño y emocionado a la vez. Hace que el quiera acercarse mas y ver que es lo que pasa si ella se deja llevar. Tan solo una joven de cabellos negros, ojos marrones y de apenas 17 años de edad, habia hecho que Negan sienta lo que ninguna mujer pudo hacer en su momento. Ni si quiera la mujer a la que en su tiempo, juró amor eterno en el altar. El quiere a Lucille y la quiere solo para el.
Por otro lado ella, sentía que el la observaba, el silencio en la pequeña cabaña era incomodo. Ambos querían hablarse, y mas por parte de ella. Quería conocerlo, quería compartir cosas con el. Lucille habia aceptado que sentía cosas por un hombre 12 años mayor que ella y al parecer eso no le importaba, solo esperaba que el algún día llegue a pensar lo mismo.
—Lucille...
Su voz ronca sonó en toda la cabaña.
—¿Uhmm?
—¿Hay alguna navaja de afeitar por ahi? Ya llevo meses que no me afeito.
—¿Tanto te importa mantener tu imagen en un apocalipsis? —lo miró.
—Si fueras hombre entenderías —sonrió—. A algunos no les gusta. Se siente raro cuando paso mi mano por mis mejillas.
Me gustaría sentir eso. La adolescente pensó.
—Aquí hay una, supongo que es la única que hay. —señaló hacia la pequeña mesa de apenas unos 30 centímetros de altura.
Negan se dirigió a la mesita, cogió la navaja, el espejo y se sentó. Con la mano izquierda sostenía el espejo y con la derecha se echó agua en las mejillas y delicadamente pasó la navaja.
Lucille jaló la otra silla, la puso frente a el y se sentó.
—Lo estas haciendo mal ¿Sabes? —rió—. Si que perdiste la practica.
—Primera vez que te veo reír niña —sonrió—. Me gusta. Bien "experta", solo realiza la magia.
Lucille se ruborizó y el lo percató. Al instante ella le quitó el espejo y la navaja, tomó asiento mientras el cerraba los ojos y trató de hacer el trabajo, acercó mas la silla pero no lograba sentirse cómoda asi que se paró y lentamente se sentó encima de el.
Posó su mano izquierda en la mejilla de Negan y el abrió los ojos.
—¿Qué pasó? —susurró.
—No... No lo iba a hacer bien... —dijo en un tono bajo—. Yo... Si usted quiere...
—Esta bien Lucille, no te preocupes. —volvió a cerrar los ojos.
Y ella prosiguió. Pasó delicadamente la navaja y botó poco a poco los vellos de Negan, finalmente estiró la mano y tomó el espejo que estaba detrás de ella, miró por ultima vez a Negan, bien afeitado aún con los ojos cerrados esperando a que Lucille le diga que habia acabado. Casi ella habia olvidado de que estaba sentada sobre el, ganas de besarlo, a ella no le faltaba.
—Ya esta. —dijo finalmente ella sosteniendo el espejo frente a Negan, mientras el abrió los ojos y se miró al espejo.
—Lo hiciste bien niña. —dijo con un tono de burla.
—No seré una experta pero... —se detuvo un momento al darse cuenta que seguía encima de el, así que se separó lo mas rápido que pudo—. Al menos lo intenté. —Dejó el espejo y evitó su mirada.
—Me gusta. —y de imprevisto, la agarró de la mano.
Lucille no supo que decir ni que hacer, el la estaba apretando muy fuerte, así que trató de librarse poco a poco. Negan al notar eso la soltó, miró hacia el suelo confundido, se puso de pie, la miró y se fue.
Lo siento Lucille. Pensó ya afuera de la cabaña. En serio no me mereces, y no se si en realidad me quieres. Eres tan joven y causas muchas cosas niña tonta. Espero que no sientas lo mismo, quizá pueda superarte pronto, o quizá no. Ah Lucille, hay tantas cosas que debes saber. Porque después no quiero verte llorar. Pensó hasta que lo sacaron de sus pensamientos.
—No te preocupes, quizá fue un impulso por parte tuya, a todos nos puede pasar. —dijo la adolescente a sus espaldas—. Saliste desarmado, los caminantes andan por todas partes. Aunque no he visto a varios en estos tres días que he estado aquí. Eres muy estratégico Negan. —sonrió de lado.
Como me encantas.
—¿Negan?
Niña tonta ¿Por qué haces esto?
—¿Estas bien?
—Si, solo que, me acorde de algunas cosas de antes.
—¿Antes? —preguntó confundida.
—Pensaba de que si este suceso de mierda nunca hubiera ocurrido, nunca nos hubiéramos conocido. Nunca estaríamos aquí y esas cosas. —rió.
—¿En serio lo crees?
Aquel comentario lo hizo reflexionar un poco.
—En realidad, sabes que de todas formas te hubiera visto y hablado. —rió otra vez. —Aveces las cosas pasan por algo y la gente se conoce por un propósito que en un futuro no muy cercano van a averiguar.
—Quizá tengas razón.
—Solo espero averiguar ese suceso contigo Lucille.
Y ella simplemente supo que le gustaba Negan cada vez mas.
