—¿A donde vas? —preguntó ella mientras lo veía ajustar su cinturón.
—Provisiones. —la miró fijamente—. Te veo luego. Coloca mi cuchillo en el cajón por favor. —sonrió.
—Pero tan rápido...
—No tardo linda —concluyó él.
Cerró la puerta y ella corrió hacia la ventana. Lo vio irse otra vez. Tendió la cama, se colocó aquella camisa que le hizo recordar todo lo que habia pasado hace un mes.
Las caricias, los besos, el deseo.
La confesión, la desesperación de tenerse el uno con el otro.Sonrió para si misma y cogió el cuchillo. Abrió el primer cajón y lo guardó, pero observó algo en el piso. Algo escondido.
Un maletín.
Negan nunca habia hablado de su pasado con ella, nunca ellos habían tocado algunos temas delicados salvo asuntos sobre su "relación".Lucille se vio decidida así que cerró las ventanas, aseguró la puerta y abrió la maleta.
Su mirada mostró un temor, mostró inseguridad. Era ella, dormida, sonriendo, dándose una ducha, distraída. Eran fotos de ella. Todas instantáneas, y mas abajo habían solo cuatro fotos, pero no era ella, era otra mujer. Todas manchadas de sangre. ¿Quién es ella? ¿Por qué hay fotos mías y de esa mujer? Pensó Lucille asustada. ¿Por qué Negan haría eso? El no es así...
Cogió la foto de la mujer. Cabellos castaños ondulados y la volteó. Tenia algo escrito.
«Te veías hermosa, ojalá
nunca te hubieras ido.
Te extraño Lucille.»—¿Lucille? —susurró bajo.
Al instante cogió la foto donde ella misma estaba dormida una reciente y vio que tenia algo escrito, volteó las demás imágenes de ella misma y efectivamente. Todas traían algo escrito.
«Nunca me abandones.
No hay temores. No hay misterios.
Solo realidades.»Estaba asustada. Lloraba, se sentía atrapada. Ese no era Negan. Siempre él habia sido amable, dulce, amoroso con ella.
Aunque aveces se sobrepasaba un poco. La protegía demasiado, tanto como un objeto... Como un diamante... Algo precioso. Algo único. Y ahí ella recordó. Aquella vez, en que el hombre que tanto ama asesinó a un hombre por sobrepasarse con ella.—¡Eso no tiene nada que ver! —gritó—. Él... —se susurró a si misma—. Él no es así...
Siguió rebuscando fotos. Encontró una prenda de vestir. Era su blusa, la que traía puesta la primera vez que se vieron, aquella blusa roja gastada. Él la conservaba como si fuera un tesoro.
Estaba obsesionado con ella. La quería para él mismo. Solo que Lucille no lo aceptaba. Habían pasado ocho meses desde que se conocieron y un mes desde que se declararon todo. ¿Cómo lo ocultó por tanto tiempo? ¿Es así su verdadera personalidad? ¿Que tiene conmigo? No es cierto.
Yo lo quiero.Cogió las fotos y las guardó tal y como estaba todo antes. Y tranquilamente esperó el regreso de Negan.
Atardeció y se levantó al escuchar golpes en la puerta. Era él.
Tranquila.
Abrió la puerta y ahi estaba Negan. Lo queria, se habia enamorado de él y de su mente retorcida.
—Lu, tenemos ardillas. —rió, pero su expresión cambió cuando la miró—. ¿Qué sucede?
—Nunca me has hablado de tu pasado... Solo... Tengo curiosidad.
Se acercó a ella y ambos se sentaron.
—¿Qué deseas saber?
—¿Por qué yo? ¿Por qué me salvaste? ¿Por qué no otra persona?
La mirada de Negan se desvió hacia su cajón. Se puso de pié y sacó un pequeño pedazo de papel escondido de ahí.
—¿Te encontraste con esto cuando guardaste el cuchillo? —arqueó una ceja.
Ella no tenia ni la mas mínima idea de lo que él decía. Esa foto no la habia visto. Pero si él descubría la verdad. Lucille no sabia como reaccionar.
—Negan... Perdón. —mintió.
—Ella... —susurró—. Se llamaba Lucille.
La de cabellos negros levantó la mirada.
—Era mi esposa. Tenia cáncer, murió. La engañaba con varias mujeres. Pero, a pesar de todas mis infidelidades, pensando en que quizá ella ya no causaba algo en mi. Seguía ahí. Pero finalmente murió. Lo superé, obviamente. Fue un bonito recuerdo de la vida pre-apocalipsis. Hasta que pronunciaste tu maldito y miserable nombre... —las lagrimas caían de su rostro—. ¿Por qué lo hiciste? Si tan solo nunca lo hubieras hecho no estaría obsesionado.
Lo admitió.
—¿Me salvaste solo por el hecho que te hice recordarla? —Lucille se aguantó las ganas de llorar.
—Al inicio quizá lo fue... —hizo una pausa pero la miró—. ¡Pero no sabia que me llegaria a enamorar! ¡No estaría tan loco!
—Negan...
—No estaría... —la interrumpió—. Así contigo. Protegiéndote como mi posesión. Prometí hace muchos años cambiar. Dejar una mala vida. Apareció el apocalipsis, me arrebató muchas cosas pero pensé que era una oportunidad nueva para vivir. Hasta que te conocí.
—Dios... No sabes lo que dices... —comentó y se acercó a el para darle un abrazo.
—¡No me abandones! —lloró mientras la abrazaba con todas sus fuerzas—. Eres mi nuevo mundo Lucille. Te quiero.
—¿Me quieres porque te hago recordarla?
El simplemente posó ambas manos en las mejillas de Lucille y juntó su frente con la de ella.
—Ella me hizo sentir varias cosas. Pero contigo experimente emociones que jamás supe que encontraría. Me hiciste sentir alguien nuevo, alguien que valía la pena. Ah Lucille... —murmuró cerca a sus labios—. Cada beso tuyo, cada caricia tuya. Tu haces que lo imposible se vuelva posible. Eso jamás lo hizo otra mujer en mi. Creo que por eso... —sus labios rozaban—. Jamás te dejare ir.
Un beso cálido por parte de él. Ella no se resistió y simplemente lo siguió. Negan la cargó lentamente y la posó en la cama. Seguían besándose, hasta que cayó la noche.
Negan aún se encontraba despierto mientras ella dormía plácidamente. Muchas cosas rondaban por la cabeza de él. Sonreía, pero luego quería llorar. Negan no quería volver a ser el mismo patán de antes. No ahora, no con ella. Tenia planes para este mundo destruido. Y quería que ella lo acompañe, como sea.
«Tu manera de
quererme es algo retorcida.
No quieres que te deje, pero
debes de aprender que:
No estaremos juntos por siempre.»Fin del capítulo 11.
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Días Juntos «The Walking Dead/Negan»
Fanfiction|PARTE UNO| «Solo espero no volverlo a ver, no por miedo a su obsesión por mi, sino a mi propio miedo por volverme a enamorar y hacer cosas que yo no deseo.» Él la salvó sin pensar en que volveria a caer en todas esas emociones que creyó perdidas. ¿...