Academia Sobrenatural *En Edición*

Capítulo 4: Mere

Con Only the young de Brandon Flowers sonando de fondo, todo es perfecto por unos momentos, las estrellas brillan en la oscuridad, ni siquiera la luna opacaba su resplandor esta noche. Es una de las cosas que mas me gustaba de vivir en el medio del bosque, no hay ninguna ciudad en un radio de cincuenta kilómetros, ninguna clase de estorbo.

Se podría decir que soy bastante solitaria, pero jamás tímida. Simplemente me gustaba estar sola con mis pensamientos y mi música.

Cierro los ojos y respiro, en la lejanía se sienten truenos, abro los ojos y en efecto, en el horizonte puedo ver que una tormenta acecha el cielo de Colorado. Que hermoso, no se por qué pero amo la lluvia y las tormentas, especialmente las eléctricas, siento que me reviven.

La canción termina y pongo en pausa mi lista de reproducción, estoy muerta de hambre. Aunque realmente dudo que halla más que alguna porquería para comer en mi casa. No es que nos falte el dinero ni nada, eso nos sobra. Pero lo que pasa es que papa es un caso perdido, siempre distraído en su propio mundo, siempre olvida las cosas. No lo culpo, tiene tanto trabajo que le es difícil relajarse, mudarse al bosque lo ayudó mucho pero no tiene remedio en mi opinión.

Decidí preparar una ensalada de frutas para ambos, por suerte encuentro un poco de crema batida en la heladera.

-¡Ahí esta mi chica! Creí que nunca saldrías de tu habitación.- Papa; o James como a él le gustaba que le diga, aunque en realidad ni siquiera es su nombre, bajaba las escaleras rápidamente. - ¿Eso que veo es crema batida?

-¡No puedes quejarte de mí! Te la pasas encerrado en la oficina, pero creo que estamos mejor así, cada uno en su hábitat natural, ¿no crees? - Le guiño un ojo y se echa a reír. Nos entendíamos los dos, ¿como habría de ser si solo nos teníamos el uno al otro? Nos sentamos a ver las estrellas en la terraza mientras comíamos la ensalada. Ninguno de los dos hablaba. James rompió el silencio.

-Mare, creo que es hora de un cambio.- Me miraba totalmente serio, jamas lo había visto así.

-¿Que tipo de cambios? No me digas que nos iremos de aquí porque no me iré.

-No, no nos mudaremos, pero se me ocurre que es hora de que tengas contacto con otros adolescentes- ¿Que estaba diciendo? Esto solo significaba una cosa. -Hija quiero que vayas a una escuela.

Eso fue todo lo que tomo para enojarme, no lo soportaría. -¡No puedes hacer eso! Me reuso.- Con eso me marche intentando sonar autoritaria, pero creo que no sirvió de nada. No importa, ya no saldré de mi cuarto.

Sabia que papa estaba detrás de la puerta, que me estaba pidiendo que por favor saliera a hablar con el, pero eso es justamente lo que yo quería evitar, así que subí mi musica mas alto todavía. Mare Barrow nunca se rendía. Después de unos minutos, James se dio por vencido y se marcho, dejándome a solas con la voz de Brendon Urie cantando I write sins not tragedies, de pronto me sentí realmente patética, ¿en verdad estaba actuando como la típica adolescente emo de las películas? Esa no era yo, por empezar, si me gustaban bandas alternativas y de indie, pero hasta ahí llegaba la coincidencia con emo. Bah, en realidad soy mas grunge o hipster si me lo preguntan a mi. No había forma de esconder eso, mi habitación estaba repleta de posters de varias bandas, variando desde Muse hasta The Kooks, tenia un estante repleto de vinilos y mi ropero era básicamente jeans y negro, tenia algunas prendas que eran mas coloridas, habían sido regalos de James o de mis amigas de cuando vivía en la ciudad, pero con ellas ya no me trataba.

Después de horas de dar vueltas en la cama, decidí que negociaría con papa, iría a la estúpida escuela, pero podría regresar cuando yo quisiera. Después de todo, de algún modo debo agradecerle a este hombre, que me cuido siempre, hasta cuando mi madre nos abandono. El siempre siguió fuerte y gracias a su trabajo duro tenemos una buena estabilidad económica y una salud excelente. Le debo la vida. Además, ¿que tan malo puede ser una simple escuela?