Stanford.

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Stanford se despierto, sobresaltado por las voces en su mente, algunas son molestas y otras le dan seguridad, la poca luz no sirve a su borrosa visión, el entorno es desconocido, extraño, busca con cuidado algo útil, una luz, unos lentes, sus manos dieron con unos, los puso en su rostro, mejorando considerablemente su visión, está en una habitación, y solo, su ropa es cómoda y abrigadora, algo grande, se levantó de la cama y salió de allí, avanzando por el pasillo, arrastrando un abrigo café, bostezando y frotando sus ojos.

En ello escucho un llanto, comenzó a seguir el sonido, era más fuerte, hasta encontrar una persona, sentada y hablando consigo mismo, le sonaba familiar, Stanley escucho los pasos, hasta que se detuvieron, levanto la vista, encontrándose algo sorprendente, su hermano le miro a los ojos, sorprendido, incapaz de creer en lo que se presenta delante suyo, Stan miro a un niño delante suyo, pequeño, aparentando una edad entre cinco y seis años, mirándole de vuelta confundido, vistiendo con un suéter rojo, un abrigo café, esta se arrastraba, porque era muy grande y no le queda bien, era adorable.

"¿Está bien, señor?"

La pregunta, le golpeo con fuerza, no solo por la forma adorable e inocente dicha por él, pero señor, eso dolió, ni siquiera le dijo por su nombre, o de otra forma, se sentía viejo al ser llamado así, limpio las lágrimas y coloco sus propios lentes en su rostro, mirando mejor al niño.

"¿Stanford?" Cuestiono con voz temblorosa.

Hubo silencio, el niño se quedó pensando, mirando el piso, para luego mirar al extraño enfrente de él, ¿Ese era su nombre?, por loco que sonara, no lo sabe.

"Eh, ¿Si?" Murmuro el pequeño, mirando con desconfianza al otro presente.

"¿Qué fue lo que te hice?" Se pregunta a sí mismo.

"Disculpe señor, ¿Quién es usted?"

La pregunta lo dejo en shock, no le recuerda, es visible su confusión, su mente en blanco, no hay nada, no sabe quién es él, en su mente, ve a Bill con algo en sus manos, cuando ambos trataron de sujetarle, golpeo su cara, que tonto fue.

"¿Usted es mi padre?"

"¿Qué?" Dijo sorprendido por lo dicho. "Eh... bueno... en realidad yo soy..."Era difícil formar una palabra.

Estaba por explicar y decir la verdad, cuando miro a su hermano, el pequeño le miraba con ilusión, una sonrisa enorme, las palabras murieron de inmediato, no puede hacerlo, ¿Qué rayos se supone que le dirá?, que era su hermano gemelo, el que arruino su vida y causo eso, no, por nada podía, hubo silencio, útil para pensar en reconsiderar la idea.

"¡Sí! Yo soy tu padre" Las palabras las dijo casi sin pensar en ellas.

Un pequeño Stanford le abrazo, sonriendo, además, era incapaz de destruir esa ilusión.

"Te quiero papá" El niño dijo abrazando a su padre.

"Yo también te quiero, Stanford"

Devolvió el abrazo, sintiendo la culpa de mentir, no puede decir la verdad, sería demasiado horrible para un niño, y más porque no tiene nada en su mente, no lo entendería, muy joven para entender, era un hermano terrible, todo era su culpa, era una buena idea, por parte de Ford, quizá no era el mejor hermano, pero podría intentarlo, se lo debía, él lo merecía, era una gran y nueva oportunidad para empezar de nuevo, darle eso que no tuvieron cuando ambos fueron jóvenes, tal vez no fue un buen hermano, pero quizá sería un buen padre.

Al menos, en eso sería mejor que Filbrick.

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