Closed

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No debí haber guardado aquella pelusa de esperanza en el armario!!

Mis tropiezos son ya una rutina...
Rutina que mata, rutina acecina
Rutina de espejismos vacíos en mi taza de té.

El mundo se mueve a pasos de historia
Pero no revoluciona esa inquietud que llevo en el pecho.

No asegura mis sentimientos
Dejando por perdido todos mis sueños...
Dejando por perdido aquello que aún no se ha encontrado.

Gracias al desván de lunas y zapatos
que los bailes fantasma me han regalado.

El desorden en mi mente es un épica monotonía
Revuelta de acertijos en hojas de un otoño gris...

es acaso la melancolía un vino de sabor placentero?

Demonios sin caféDonde viven las historias. Descúbrelo ahora