►𝘊𝘭á𝘶𝘴𝘶𝘭𝘢 1◄

CAPITULO XXIII "ALÍ HARB"

Al otro día me extrañó que Mickey estuviera despierto tan temprano, yo tenía que buscar un empleo, pero Mickey, podría dormir todo el día si así lo quería... 

- ¿Mickey?

lo peor que pudo haber hecho Ghalib Hassán después de sacar a mi hermano del hospital sin decirme nada es tener el valor de venir a mi piso con un montón de flores... 

Josué estaba en la puerta y ambos me miraron... 

- ve a ver a Mickey Josh, por favor... 

mi primo se mueve de inmediato mientras Ghalib y yo nos quedamos mirándonos a los ojos...

- buenos días...

- ¿que haces aquí?

- esto, es para ti... 

¿como sabe cuales son mis flores favoritas?

- gracias...

le digo en tono seco... 

¿por que me hace esto?

- MaJo...

- ya no hables Ghalib, deja esto como está...

- te dije que no me iba a rendir...

- tienes a tu gente cuidando mi piso, me enfermas... 

- estoy preocupado por ti, no creo estar violando ningún mandamiento... 

- puedo cuidarme sola... 

- eso lo sé... pero no voy a correr el riesgo de que algo salga mal... eres demasiado importante para mi... 

- me mentiste Ghalib... seguro tu personal me veía como una puta, pero como una muy estúpida... 

le digo con el sentimiento atorado en la garganta...

- no es lo que tu piensas, entiende! por favor... 

- vete Ghalib, por favor... no quiero que vuelvas a buscarme...

- pero si no ha venido a buscarte a ti, no te hagas ilusiones... 

dice Mickey mientras se acerca a nosotros... 

- ¿que?

- viene por mi... vámonos campeón... 

Ghalib me mira mientras se hace a un lado para que Mickey pueda pasar... creo que hay algo todavía peor que el que haya sacado a mi hermano del hospital y se haya atrevido a venir aquí... 

el poner a mi hermano en mi contra... 

- ¿a donde vas? 

- soy un adulto Mari, no tienes que vigilar... 

mientras hablaba mi vista comenzó a nublarse... pero logré disimular... me repongo...

- ¿quieres venir? he conseguido una cita para tu hermano en una industria de prótesis...

dice mientras se mira las manos, mi hermano se ha adelantado al ascensor... 

- ¿por qué haces esto?

le digo mirándole a los ojos...

- ¿sigues sin saberlo? 

- me quedo, ya que estás de amable, encárgate tu... 

él asiente decepcionado... 

cierro la puerta... 

me trago mis lágrimas... pero no te tragas tu orgullo ¿verdad María José?