capítulo 4

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Me separe de su agarre y en un dos por tres golpee su entre pierna con mi rodilla, grito tan fuerte que casi me deja sorda.

Se retorcia de dolor hasta caer de rodillas.

-¿Rompiste mi corazón imbecil que te hace pensar que te voy a perdonar? ¡corazón por corazón!- ya se que la típica frase es ojo por ojo y diente por diente pero aquí no queda, en todo caso su corazón es aquello,si,eso, con lo que no piensa y se deja llevar por lo que siente con cada vieja que le pasa enfrente y se en cama.

El sólo se retorcia sin dejar de maldecir,salí corriendo de allí,si me arrepiento mañana del beso, ya no me sentiré tan culpable. Reí en bajito.

Por fin pasó un taxi lo tome y me fui alcanzar a Ash.

La mañana se fue rápida,me despedí de mi amiga y de su madre,llegue a mi propia cama a seguir durmiendo.

Por supuesto le reclame a Ambar cosa que se limitó a protestar.

El aburrimiento sé sentía en la atmósfera,no tenía ganas de ver TV,ni de ir a casa de Ash,por supuesto ni de hablar con Ámbar.

Baje escalones,las llaves del convertible de mi padre estaban en la mesa, el tío Benjamin se lo obsequio a mamá,cosa que tampoco quiso aceptar, así que papá sé lo compro a el en un precio más estable.

Conduzco sin rumbo fijo,con la mirada enfrente y la mente en otro espacio.
Subí el volumen del CD al oír "Yesterday" The Beatles. Coloque un cigarrillo entre mis labios,de ves en cuando acostumbro a fumar,cada quien se mata a su manera.

100,120,180...la adrenalina que produce la velocidad y el peligro no se compara con las cosquillas que te producen ver a la persona que te gusta. Sientes una adrenalina que recorre toda la estructura de tu piel,es la misma, la diferencia es que es causada por diferente motivo...

Cantonee al son de la música , trate de no récordar lo sucedido ni de temblar ante aquel beso.

Semáforo en rojo, estacione de golpe, mire por el retrovisor una camioneta suburban negra,cristales polarizados y del año,no reste importancia,acelere al darme cuenta que el verde me llamaba.

Dos cuadras,tres,cuatro
,arrugue la frente,esa misma camioneta viene tras de mi, tomaré la siguiente avenida,si viene detrás significa que alguien me está persiguiendo. La misma situacion,siguiente crucero los pierdo. Pensé segura. Nada, seguían en mi retrovisor. Aparque sin pensarmela,baje y aunque por dentro el pánico se encontraba decidí enfrentarme.

Bajaron dos hombres y el tercero en hacerlo, venía con un traje negro y lentes de sol.

-¿Quien te dio permiso de conducir ese auto jovencita?

Sonreí de oreja a oreja.

-¡Tío!- grite emocionada para correr abrazarlo fuertemente. Respondió mi abrazo besando mi frente.

-Por poco te me pierdes he. -dijo mi tío Benjamin.-Llegue esta tarde y me encontré con tu madre bastante preocupada,no dejaste ni una nota,te a hecho mil llamadas a tu móvil esta hecha una fiera.

-Tendrás que ayudarme a contentarla.- contesté mordiendo mi labio inferior.
-Lo que quieras menos eso, tu madre enojada no escucha a nadie. -reímos.

Obtuve la regañisa de mi vida y no me salve del castigo "y ni me pidas permiso para salir" advirtió Marley.

-Nos tenías preocupados hija.-Dijo mi padre Franklin.

-Que exagerados pa,sólo salí un momento. -trate de justificarme.

-Mi amor,cuando tengas a tus hijos lo entenderás - dijo Franklin. pff creo que todos los padres dicen eso,y nosotros pensamos:" a mis hijos si les daré libertad para que vayan a donde quieran" o "a mis hijas si las dejaré tener novio", pero verdaderamente lo sabré cuando los tenga si es que pasa. Depósito un beso en mi mejilla y añadió. -No vuelvas hacer eso sin permiso por favor.

SECUESTRADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora