Ian
Un movimiento brusco me despertó acompañado de un grito ahogado. Clarissa se encontraba en el suelo,sobando su pequeña frente y arrugando su afilada nariz.
No pude contenerme y solté una tremenda carcajada,alparecer se hallaba en un profundo sueño que no midió lo reducido que es la cama,hace días dormimos en una ya que en la colchoneta era molestoso. Ella furiosa se levantó para recostarse a mi lado y darme una mirada asesina de esas que intimidan pero conmigo no funcionan.
-No es chistoso. Cruzó los brazos como una niña pequeña muy molesta.
-Para mi lo es. Volví a reír.
-Estúpido.
-¿Como me llamaste?. La mire serio.
-Lo que oiste.
En un abrir y cerrar de ojos la acomode por debajo de mi. Pude notar ese nerviosismo de nuevo. Me acerqué para estar cara a cara y despacio le dije.
-Repitelo. - pestañeo y abrió lentamente sus labios pero no dijo ni una sola palabra. - Repitelo y verás las consecuencias - advertí.
-No te tengo miedo. Respondió segura.
-Entonces dilo. Dije amenazante
Es-Estúpido. Dijo en un tono casi audible.
Levanté ambas cejas,su corazón pareciera que saldria fuera de órbita. Su cuerpo comenzó a temblar,pero no,está vez no era por miedo.
"Deseo" era lo que en este momento me transmitia, su manera tan agitada de respirar la delataba, me empujó con sus manos para quitarme pero no con demasiada fuerza como en incontables veces lo hacía. Tomé sus brazos pasandolos por arriba de su cabeza.-Yo te enseñaré lo que es ser un estupido. Dije sonriendo de lado.
Despacio,con la mano que tengo libre, rozo su cuello, ella muerde el labio inferior,bien voy bien ya veo cuál es su punto débil. Acerco mis labios y comienzo a chupar suavemente,se estremece por debajo,su olor a frambuesa llena mis pulmones,y muero por meterme entre sus piernas. "Fuerza Ian fuerza".
Bajo por sus bien proporcionados pechos pasando por encima la franela blanca de tirantes que traía puesta. Doy pequeños mordiscos , mi lengua juega con ellos y ella arquea su espalda, la veo cerrar los párpados. Lo está disfrutando tanto como yo. Suelto sus muñecas y sigo bajando lamiendo cada parte,hasta llegar a su sexo,de un tiron quitó su pans. Beso sus muslos y escucho como deja ir un gemido por esos labios que tantas ganas tengo de hacerlos míos.
Toco su intimidad y se retuerce dejando salir el siguiente gemido más fuerte que el anterior,uff la siento tan mojada , tan lista para hacerla tener un orgasmo. Me levanto para encararla pero sus enormes ojos llenos de excitación me atrapan , esos ojos que me incitan a darle duro, esos ojos que me provocan a besarla...
Sin pensarlo la beso,un beso salvaje,largo,permitiendo que nuestras lenguas se encontrarán,con su mano toca la mía y entrelaza los dedos,con la otra me atrae hacia ella abrazandome por el cuello. Mi sentido común se esfuma, hechando por la deriva todo lo que me había prohibido: volverla a besar. Me pierdo entre sus besos , dejándonos llevar y es allí donde por primera vez siento el miedo presente. Miedo a dejarla libre,miedo a perderla ,miedo a enamorarme...