Esas últimas palabras hicieron estremecer a Alphys repentinamente, momentáneamente tuvo un breve Shock, y un fuerte recuerdo fue lanzado a su memoria.
—W-wowie... Eso sí que es...
~TRANQUILO, PAPYRUS.~
—¿Papyrus? Y-yo, este no... ¿Q-quién es ese tal Papyrus?
Su voz, era aguda, áspera y versátil, sonaba tan tranquilo solo que... A diferencia de aquél momento, paso a ser una voz, fuerte y macabra.
—No hay dudas... Él. Mi creación, tan solo un vil error, una prueba, él, quien deje en el olvido, regreso... Esa amarga y corrupta flor.
"Flowey..."
(...)
Simplemente era algo imprudente de su parte, dejar a Papyrus solo era algo gamberro, pero en tan fastidiosa situación, lo ultimo en lo que pensaría seria en si mismo, puesto que Sans no era alguien vanidoso y mucho menos envidioso, mostraba una gran preocupación por parte de su hermano, era alguien imprudente en algunas ocasiones pero sobre todo, alguien totalmente audaz.
Él solía mantener varias expectativas sobre su ya alegre y concurrido camarada, Papyrus.
Fuerte, optimista, festivo, perspicaz y mas que nada...
Radiante.
Solía pensar eso de Papyrus, bueno... no solo eso, si no que mucho mas. Mas que un camarada, un amigo y un excelente pero fastidioso aliado, él era su... Hermano. Con quien ha vivido toda su vida, al que ha dedicado su existencia entera para que tuviese una prospera y risueña vida.
—Papyrus... Yo, prometo ser un buen hermano, juro que mejorare mi conducta...— suspiro para si mismo en absoluta soledad, este se encontraba sentado sobre el sofá de su monótona casa, mirando el televisor sin que este estuviera encendido. Su mirada estaba perdida, las cuencas de sus ojos parecían ser abismos interminables de dolor y desapego, estaba decepcionado de si mismo, pero... ¿Por qué?
Había regresado el tiempo atrás, bastante. Recordó el día en que conoció a Papyrus, un pequeño e inocente costal de huesos diminutos.
—Lo recuerdo como si fuera ayer...
***
Sans, era huérfano. Había pasado su vida entera solo en Underground, no recordaba si alguna vez tuvo padres, alguien que lo amase y cuidase, No lo sabia.
A pesar de que los habitantes de Underground, lo miraban con bondad algunos le habían de dedicar miradas con desprecio y asco, el no tenia ni la menor idea del por que de tan infames comportamientos, ¿Había hecho algo malo? No lograba comprender, ni si quiera recordaba su pasado, tenía 7 años en ese entonces.
Era habito suyo caminar por todo Underground, daba paseos de aproximadamente 3 horas, mirando los alrededores y familias felices. Constantemente caía en depresión, no soportaba ver a todos felices, mientras que el... estaba solo.
Uno que otro monstruo de Underground le proponía compasión, un hogar y amor, pero se negaba a tal pena que ellos le irradiaban.
Quería salir adelante por si mismo, sabia que él mismo podía, solo necesitaba algo de determinación.
Y ahí estaba él. Recostado sobre la espesa y engrosada nieve que solía adornar el dulce y frío panorama de Snowdin. Llorando, cada lágrima que brotaba de las cuencas de sus ojos era una herida, cada una de ellas representaba los años que vivió en soledad, era algo injusto...¿Por qué solo habría de ser el único sin sonreír?
—¿Por qué siempre estoy solo?— ya era frecuente en el solicitar tan firme pregunta.
Algo lo arrancó de tan infame pensamiento, un llanto.
Un fuerte alarido fue lo que llegó a percatar, emprendió camino hacia aquel bramido; curioso y un poco despistado, llegaba aproximarse lentamente a la posición de donde venían tales quejas.
Observo un pequeño "bulto" enrollado en un paño, nuevamente escucho el llanto, lo tomo en brazos... Y para su sorpresa, encontró un pequeño costalito de huesos, unas cuencas tan radiantes y también, una bella sonrisa. Sans estaba pasmado, bastante fascinado por tal encuentro.
Conservaba en sus brazos a un lindo y animado churumbel, que lo miraba con encanto. Sans pensó para sí mismo nuevamente, "Nadie dejaría a un retoño tan hermoso aquí, al menos, no por mera coincidencia." Decidió así, cuidar del pequeño bebe...
Sabía que conllevaba una gran responsabilidad sobre sus huesos, eso fue lo que llego a motivarlo. Lucharía no solo para su sobrevivencia, sino, también por alguien más, era lo que lograba animarlo. Sostenía a un niño en sus huesudas manos, fue así cuando decidió, sería su hermano menor...
—¿Y cómo te llamas?— estaba inquieto por saber el nombre de aquel niño, pero era tan solo un costal recién horneado. — Hmm... Es demasiado difícil pensar algún nombre... ¿Te gustaría que te llamase... Wiltson?
Pero el pequeño niño renegó, un fuerte grito dio en muestra de desaprobación.
—¿Que tal... Koyoc?
Nuevamente se negó.
—¿Yam?
Volvió a quejarse, estaba a punto de llorar, mientras que dedicaba una mirada de odio a Sans.
—¡T-tranquilo! Está bien, esto es mucho mas difícil de lo que creía.
Así fue que decidió posponer su nombre, era tarde, así que debía pensar donde quedarse esta vez. En el transcurso de su viaje, Sans logro percatarse de que varios troncos estaban tallados.
Unos con frases bastante raras... Sin mencionar que en uno de estos, se topo con un mensaje peculiar, parecía ser un nombre...
—Con que.. "¿Papyrus?"
El pequeño sonrió y aplaudió, parecía ser que gustaba de aquella palabra.
—Veo que te gusta -le sonrió gustoso y sin refutar la respuesta dijo... —¡Papyrus sera entonces! Me agrada ese nombre, ¿Verdad que está muy chungo, no lo crees, Papyrus?
Papyrus sonriente, volvió a aplaudir... Radiante como siempre, decía Sans con regocijo.
***
—De no haber sido por el... No sé que sería de mí ahora. Papyrus... Hermano, siempre eh anhelado tu felicidad eterna, verte sonreír es una ambición para mi, día a día hermano...para mi, seria el infierno mismo verte derramar tan solo una lagrima.
(...)
¡WOW! Bastante, bastante tiempo sin actividad aquí, ¡Vacaciones, señores! Seguiré actualizando, ¡Como había dicho! Es hora de soltar la bomba de actualizaciones, ¡Bastante tarde, pero aquí están!
¡Siento, siento mucho no a ver continuado! Pero, espero tener su perdón con estas actualizaciones, ¡Lo siento! :(
Espero y les guste, ¡No se por que, pero me fascinaba la idea de que Papyrus fuera como una flor caída del cielo.
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¿Puedo Conquistarte? [Fontcest] ©
FanficSans el Esqueleto. Pensarlo, hacía que su trabajó fuera cada vez más difícil. Había intentado todos los métodos posibles, incluso los que no creía que estaban a su alcanze. Spagettis, puzzles, crucigramas, hot dogs y por muy raro que parezca, tomó...