Y a los minutos, cuando mi emoción se había clamado bastante, entré de nuevo a la conversación. "Tu me atraes", sí, esa frase me daba vida, me daba esperanzas, era todo para mi, podía decir que mi vida estaba en manos de esa frase. Físicamente, me encontraba tranquila, pude contener mi emoción, pero en mi, dentro de mi, todo seguía alborotado, mi emoción habitaba grandemente en mi. Luego, pocos minutos después había llegado otro mensaje de el, este decía "Es relajo", al ver el mensaje, todo se desmoronó, es como mi felicidad había caído en un vacío muy profundo, las esperanzas, las ilusiones, todo eso, había quedado destruido. De repente, toda esa felicidad y emoción se había desvanecido, al igual que mi sonrisa, que esta se había borrado por completo. Mi felicidad había sido reemplazada por la tristeza, desilusión y la decepción. A donde habrán ido mis malditas esperanzas? Creo que eso está lejos de mi, muy lejos, las había perdido. Decepción es lo que había llegado, falsas ilusiones es lo que había experimentado. Había descubierto lo que era esto, que por cierto, era horrible el sentimiento. Le había respondido con un "okay", para parecer que esto no me importaba, pero era todo lo contrario, me mostraba fuerte ante el, pero en realidad, era débil. Luego, llegó un mensaje de parte de el. Decía, "Es verdad, en parte". Acaso el no se daba cuenta que estaba jugando con mis sentimientos? Ahí conocí un lado de el. No estaba seguro de sí mismo, el no tomaba en serio lo que quería acontecer. Hasta, tal ves, ni el sabía lo que decía. Y lo más que dolía era que sin el saberlo, estaba haciendo una mala partida con mis sentimientos. Mis esperanzas habían aparecido nuevamente, pero no eran tantas como antes, al parecer estaban dolidas y no querían volver, porque talves pasaría lo mismo. Una parte de mis esperanzas, estaban destruidas, habían sido derrotadas, la otra parte, esta seguía ahí, resistiendo, esperando si de verdad existirían posibilidades de que pasara un nosotros, este sin importar las circunstancias, seguía aquí conmigo, esperando pacientemente si el se fijaría en mi. Y fue así, que había descubierto una parte de el, esta que me decepcionaba. Desde entonces empecé a desconfiar. Y comencé a no hacerme tantas ilusiones, ya que al subir hasta el tope, caí, y la caída me había dolido. Es por eso, que ya no me haré tantas ilusiones, ilusiones que se quedan, pero que se rompen fácilmente. Que sus restos, el no los podrá recoger, eso sería trabajo mío. Bueno, en fin, esa noche había sido de muchos sentimientos encontrados, alegría, felicidad, emoción, y hasta tristeza, desilusión y decepción, pero algo me llevo lo que aprendí, a no hacerme falsas ilusiones, hoy puedes estar feliz, pero quien sabe, mañana te puede tocar una mala partida en la que salgas perdiendo, de una forma dolorosa. Por un momento, fue la mejor noche de todas, por otra, se había convertido en una decepción, en la que había descubierto cómo se siente que te destrocen tus esperanzas.