I'm your Super Hero, and you're mine (Newtmas) [II]

Prólogo

Cuando se es un súper héroe, cualquier cosa puede suceder, desde encontrar al amor de tu vida hasta toparte con quien te hará la vida completamente miserable. Cualquier posibilidad está abierta, sólo es cuestión de que llegue el momento indicado.

La amenaza del asesino de periodistas se había solucionado, la ciudad de Nueva York parecía estar volviendo a estar en paz, incluso Zero Gravity había aparecido de nuevo; todo regresaba a la normalidad al igual que las rutinas de Thomas y Newt.

Pero no todo pintó tan bien en un principio. En primera Newt tuvo que lidiar con interrogatorios sobre el caso de Mia Hall, aquella chelista que llegó a ser su confidente. Después, tuvieron que ponerse al corriente en la escuela, y finalmente, tuvieron que recoger los pedazos juntos.

Cada uno estaba un poco roto por tal experiencia, desde Newt y Thomas, hasta Kendall, Stiles, Caleb y Phoenix. Les había afectado la traición, torturas, muerte o casi muerte que habían tenido que presenciar; y eso no podían hablarlo exactamente con algún psicólogo, era algo con lo que tenían que cargar por el resto de sus vidas y tendrían que aprender a sobrellevarlo.

Aún así, no sería todo lo que tendrían que hacer. Sus estudios seguían en pie, Zero Gravity seguía en acción; por lo que tendrían que atenerse a lo que se aproximara.

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~ 17 de junio de 2015 6:27 p.m. ~

El aire golpea mi rostro con furia mientras me muevo por los aires, algunas veces hace que entre cierren los ojos, entorpeciendo mi visión; pero eso no me importa cuando hay tanta gente en riesgo.

- Deberías rendirte de una vez por todas, -dice con voz burlona y riendo- no lograrás detenerme, entiéndelo de una buena vez.

- Olvídalo, no vas a salirte con la tuya, ¡no después de todo lo que hiciste! -exclamo intentando acertarle un puñetazo.

- Veo que no fue mucho de tu agrado -sigue sonando como si se burlara de mí y eso sólo causa que me hierba más la sangre.

- ¡Cierra la boca!

Me lanzo contra mi enemigo tomando bruscamente su abdomen y empujando de tal manera que no lo espera y pueda recuperar ventaja. Aunque se remueve bruscamente logro mantener su cuerpo más o menos afirmado, y tengo que aguantar sus golpes y ataques de defensa para no soltarlo.

El aire sigue golpeando mi cara, y es lo único que escucho además de los bramidos de quien intenta liberarse. Pero aún así, mi cabeza grita: ¡no lo hagas! ¡No puedes hacerle esto! Pero si no lo hago, muchas personas morirán y no puedo permitir eso; menos porque entre esas personas se encuentra mi amado. Sólo espero que lleguen a perdonarme lo que voy a hacer, todo lo que he hecho en realidad.

Cierro los ojos, esperando a que suceda y teniendo en mis pensamientos a las personas que más he amado en mi vida.

~ 6:50 p.m. ~