Capítulo 7

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Antes de comenzar, no sé qué había pasado con Wattpad, por algún motivo no estaban publicados el primer capítulo y el prólogo de ésta historia. Haya pasado lo que haya pasado, ya los publiqué.

Aquella frase retumbó en mi cabeza mientras me quedaba boquiabierto. No podía permitirme creer que eso era cierto, porque es mi madre y la conozco bien. Pero con la habitación secreta...

- Estás mintiendo -digo no tan seguro como me gustaría.

- No, por supuesto que no -Ryan me miró fijamente hasta que una pequeña sonrisa ladeada y un tanto burlona apareció en su rostro.

- No voy a creerte sin pruebas -aprieto los puños.

- Te las puedo dar por supuesto, -se levanta tranquilamente de su silla- sólo tienes que seguirme.

Ryan Oram comenzó a caminar a la puerta y yo lo seguí, aunque me sentía un poco abrumado por todo esto. Caminamos hasta un elevador, ahí descendimos 6 pisos, yo movía mi pie de manera nerviosa.

Un tintineo indicó que habíamos llegado, las puertas metálicas se abrieron y frente nosotros mostrando un largo pasillo, pero lucía como si nadie estuviera allí desde hace años.

Había puertas como en el piso de arriba, todas con nombres grabados en placas doradas y brillantes. El piso es similar al de la oficina de Ryan y las paredes blancas. Podría parecer un lugar bastante lujoso si no luciera abandonado.

- ¿Qué es éste lugar? -pregunto leyendo cada nombre como si buscara el de mi madre pero no logro reconocer el mío.

- Ya lo verás.

Seguimos hasta el fondo. Hay dos puertas con dos nombres: Louis Harrison y Laura Stirling. Esos nombres los he leído en alguna parte.

Ryan abre una puerta y entramos. Estoy a punto de preguntar qué hacemos aquí cuando él enciende las luces y veo un enorme cuadro.

El alma se me cae a los pies al mirar esos ojos verdes. Es ella, es mi madre...

Siento que me cuesta respirar y mis piernas cederán en cualquier momento. Esto es demasiado, parece un maldito sueño porque es imposible que conozcan a mi mamá y es imposible que ella no me hubiera dicho nada antes. Ni siquiera puedo hablar para preguntar qué clase de broma es ésta, solo permanezco mirando fijamente la pintura de mi madre.

- Ella trabajaba aquí -explica Ryan- hizo un increíble trabajo para nosotros, uno de los mejores a decir verdad. Sus experimentos nos ayudaron para...

- ¡No! -lo interrumpo- Ella no trabajó para ustedes, quiénes quiera que sean, y menos en experimentos.

Ryan volteó a verme algo exasperado.

- Lo hizo y sabía que no lo tomarías bien pero necesitas escuchar todo o te parecerá una farsa total cualquier palabra que te diga. -lo dice sin parar a respirar, ante lo cual me quedo callado.

Me sentía tan confundido y enfadado, quería desodenar todo el maldito lugar con mis poderes, de hecho cuando vi elevarse un libro supe que se me estaba saliendo de control un poco; así que cerré los ojos y apreté más mis puños.

Se escuchó un golpe seco, pero demasiado fuerte que hizo temblar un poco el suelo. Abrí los ojos sobresaltado.

El libro había roto el piso alfombrado y dejado una marca considerable. ¿Cómo sucedió? ¿Fui yo?

- Interesante. -murmura Ryan- Justo como pensábamos que podría suceder.

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El tema de mi madre se desvió por completo, terminamos en una sala enorme en el sótano del edificio. Estaba oscuro, daba la impresión de que no había nada o había demasiadas cosas.

- ¿Has pensado en las posibilidades que conlleva tus poderes? -pregunta Ryan mientras caminamos.

- ¿Posibilidades? -pregunto confundido.

- Sí. Por ejemplo, piensa un poco en la gravedad. Puede ser tan pequeña que hace las cosas se eleven o tan fuerte que no se pueda mover algo del suelo -explica.

La verdad es que no me había detenido a pensar en todos esos detalles. Pensaba que mis poderes simplemente eran lo que ya conocía, no imaginé que pudiese haber algo más que no había notado con anterioridad.

- Entonces, ¿crees que no sólo puedo hacer que las cosas floten porque hago casi nula la gravedad en estos... sino que también puedo hacer que la gravedad sea muy fuerte? -pregunto.

- Exactamente, -asiente- así que quiero proponerte ayudarte a descubrir los límites de tus poderes.

No quiero confiar en el sujeto tan pronto, me ha dicho un montón de cosas sin sentido y menos después de todas las cosas extrañas que han pasado desde que quisieron hablar conmigo. Sin embargo, la parte de mis poderes es demasiado tentadora. Quiero ver cuáles son mis capacidades, así podría proteger más fácilmente a los que amo.

Suspiro.

- Bien, pero habrá que poner algunas reglas.

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Más tarde me encontraba por los aires en dirección al departamento de Newt. Trato de prepararme para el gran sermón y regaño que me dará mi novio; aunque aún estoy algo conmocionado por toda la información.

El sol casi se ha escondido por completo dando un espectáculo de colores en el cielo. El viento se vuelve cada vez más frío por lo que pronto tendré que hacer algunas modificaciones al traje para poder mantenerme en calor mientras lo use.

Entro por la ventana de la habitación de Newt, quien está ahí sentado en su cama y cruzado de brazos.

- Maldita sea, Thomas. ¿Cómo se te ocurre hacer eso? -dice en cuanto entro.

- Perdona por hacerlo tan de pronto, pero necesitaba saber algo de información -hago una mueca.

- ¡Pero estás demente! Pudieron hacerte algo ahí, no conoces a esas personas.

Newt tiene los puños apretados y el entrecejo fruncido. Me merezco sus reclamos.

- Ellos saben demasiado de mí, Newt -suspiro y tomo asiento a su lado- no tengo idea de cómo saben tanto y menos si debería creerles.

Recargo mis codos en mis piernas y luego dejo caer mi cabeza en mis manos. Miro las pilas de libros y deberes en su escritorio como si fueran lo más interesante del mundo, mi novio está en silencio, quizá porque espera que continúe.

- ¿Qué te dijeron? -pregunta luego de un rato.

- ¿Recuerdas el Anulador de gravedad? -susurro. Él asiente- Pues ellos fueron quienes planearon todo y... según lo que dicen mi madre trabajó con ellos.

- ¿Qué? -dice confundido.

- Eso me dijeron.

- ¿Les creíste?

Me encojo de hombros y cierro los ojos. No sé qué pensar. Por una parte puede que suene lógico debido a mis poderes, pero su nombre nunca aparece en los registros y no quiero creer que tenía demasiadas cosas ocultas.

- Tommy -siento su mano en mi pierna y ahí es cuando me doy cuenta que estoy llorando de nuevo.

Limpio mis lágrimas tan rápido como puedo. Como quisiera que esto no estuviera pasando, son demasiadas cosas por averiguar y hacer, además no quiero que Newt también cargue con esto ya tiene suficiente.

- Tranquilo, Tommy -susurra y me abraza.

Le devuelvo el abrazo dejando que mis lágrimas fluyan.

- La extraño... -sollozo levemente- quisiera que me explicara todo...

Perdonen por tardar tanto en actualizar, pero reescribí el capítulo unas 3 veces. En fin, me alegra seguir y espero que les haya gustado.

Chero Dashner

I'm your Super Hero, and you're mine (Newtmas) [II]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora