KIDNAPPING.

❥ Sharing kisses with the victim

— ¡¿Qué mierda significa esto?! ¡No te atrevas a quitarle la virginidad a mi amigo! ¡Maldito rubio, desgraciado! — Gritó Calum al borde de la histeria

— ¡Calum! ¡Ya no soy virgen y lo sabes! — Chilló Michael, no iba a dejar que Calum lo humillara ante su secuestrador

— ¡Claro que sí! ¡Nunca te la han metido y no dejaré que este mediocre lo haga! — Calum comenzó a pegarle a Luke con una almohada, pero lo que no tomó en cuenta es que este seguía sobre Michael y no dejaba de moverse ante los golpes que su amigo le proporcionaba

— ¡Calum ya basta!

— Un secuestro de locos — Comentó Ashton desde la puerta, viendo divertidamente la escena

— ¡Uhg, Michael! ¡Basta! ¡Duele! ¡No seas brusco! — Gimió Luke ante el dolor que supuestamente él estaba experimentando

— ¡Basta, Luke! Deja de quejarte tanto, no seas exagerado

— Mikey, por favor — Luke hizo un puchero haciendo que le doliera más, increíblemente aquel ataque con la almohada lo había dejado con un labio roto, y un Michael demasiado brusco -segun él- haciéndose cargo de su herida

— Oh, vamos Luke, no me hagas esa cara

Michael seguía con su trabajo, mientras esperaban a Ashton y Calum que habían ido a conseguir algo de comer, aprovechando que los padres del rubio no estaban presentes. El teñido se había quedado detenidamente mirando los delicados labios del rubio, tan finos y delicados, con un tono rojizo debido a que estaba lastimado, si tal vez los probara...

— ¿Luke?

— ¿Mhm?

— ¿Te han besado alguna vez?

— Oh, sí, pero fue un fiasco, yo tenía trece, la chica era realmente fea, muy fea, y tenía un súper mal aliento, ni siquiera la hubiese besado si no hubiera hecho una apuesta, nunca en mi vida me había sentido más sucio como ese día, y-

Michael calló a Luke besandolo, si lo dejaba seguir se iba a arrepentir, y no podía dejar ir esa oportunidad. Sin embargo el rubio lo apartó de un empujón, su labio aún dolía y eso sin duda no ayudaba

— ¡Michael! ¡Joder, me dolió! ¡Que desconsiderado eres! ¡Mi labio está roto y me haces esto!

— Sólo cállate, rubia

— ¡Ven y callame!

— Tú lo pediste

Michael volvió a besarlo, pero esta vez Luke no lo apartó y le siguió el beso. Ambos se sentían en el paraíso, sus labios encajaban a la perfección, y..

— ¡¿Por qué siempre tenemos que encontrarlos en sus momentos de calentura?! ¡Vayan a un motel!