Lost Memories

verdades

Nana se encontraba en la cocina, había tenido un presentimiento que no la había dejado dormir, por lo tanto había bajado a la cocina por un vaso con agua, lo más probable era que su instinto materno le había dicho que algo les paso a sus hijos. Negó con la cabeza, pero aun así no evitaba que se preocupara, en la tarde había salido Bianchi al departamento de su hermano para ver si se hallaba ahí, pero recibió una llamada de ella en la que le decía que no y que lo esperaría ahí, y no solo ella sino que también había ido la madre de Ryohei, el padre de Takeshi, los amigos de Mukuro y Chrome, e incluso la madre de Kyoya! Para ver si como de costumbre se encontraban con el castaño pero grande fue su sorpresa que no se encontraban y al igual que el castaño habían salido desde muy temprano de casa.

-Tsu-kun... Lambo-kun donde están...-dijo la castaña mientras sus ojos se cristalizaban, la preocupación la carcomía y se debía a que eran más de madia noche y no aparecían los chicos.

Tocaron la puerta haciendo que la mujer se parara de su asiento y caminara hasta la puerta y con un poco de miedo abrió la perta, rebelando así a dos pelinegros uno de patillas muy conocida para ella y otro con una expresión que causaba miedo.

-en que puedo ayudarlos- pregunto con un poco de miedo y asomando la cabeza.

-mamma soy yo Reborn... sé que es difícil de creer pero soy el Reborn que conoces tenemos algo que decirte- hablo en pelinegro con su voz profunda y seria.

-Reborn-kun? Que quieres decirme?-pregunto Nana un poco extrañada mientras los dejaba entrar a su casa, así ambos pelinegros se miraron mutuamente, lo difícil era como decirle a la mujer que sus hijos estaban prácticamente muriéndose.

-mamma Tsuna y Lambo... ellos están el hospital- dijo viendo como la pobre mujer cubría su boca con sus manos y negaba con la cabeza.- será mejor que nos acompañes -dijo serio escondiendo sus ojos bajo su sombrero.

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Kyoko miraba con preocupación por la ventana de su habitación, espera el momento en el que viera a su hermano entrar a su casa, pero al pasar los minutos más aumentaba su preocupación no solo por su hermano sino también por su novio y amigos, habían ido a buscarlos a su casa, a la de Tsuna y nada.

-onii-chan donde estas- dijo al borde de las lágrimas pero de repente vio que dos personas conocidas una más que la otra, venían en dirección hacia su casa, segundos después tocaron el timbre y escucho unos pasos apresurados, y con curiosidad bajo las escaleras encontrándose con...

-Colonnello-kun... y-y no me acuerdo de usted- dijo viendo al acompañante del rubio.

-mou... que cruel eres Sasagawa-chan~ recuerda soy Lussuria~.- dijo Lussuria moviéndose muy raro.

-Kyoko, hija los conoces?- pregunto su madre una mujer bella, tés morena, cabello blanco y ojos caramelo.

-si mama ellos... son amigos de onii-chan- contesto la joven a su madre. Y su mirada se posó de nuevo en ellos.

-señora kora! Soy Colonnello ya nos conocíamos pero eso no tiene importancia ahora... lo importante es Ryohei... él se encuentra en el hospital kora!- dijo en ojiazul con un nudo en la garganta.

- y tenemos ordenes de llevarlas ah! y de su esposo no se preocupe ya se encuentra en el auto así que...- no pudo completar ya que ambas mujeres corrieron hacia fuera.

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Hibari Mikki una mujer bella y fuerte muchos la describirían otros como una mujer de sentimientos de acero y sin ninguna debilidad, pero muchos se equivocaban ya que la mujer si tenía debilidad y era su único hijo Hibari Kyoya, su hijo su única alegría en el mundo, ya que técnicamente ella lo crio sola ya que su marido la había dejado sola, cuando apenas tenía un mes de embarazo, cosa difícil pero no imposible.