Relatos Adolescentes.

...

Saliendo de la institución Sebastián se dirigía hacia la casa de Charlie acompañado de este; pasando la avenida, Charlie se quedó observando a una chica con cabello negro corto, morena, robusta, labios gruesos, ojos grandes y negros; Charlie notó en su caminar algo de fortaleza pero a la misma vez inseguridad, era la primera chica que le atraía tanto a primera vista, era algo como ver lo que anhelas sobresaliendo de una persona, gritándolo fuerte sin siquiera decir una palabra. El sonido de un carro frenando fuertemente lo sacó de aquella distracción y notó que se encontraba en la mitad de la avenida mirando hacia otro lado.
-¡Ten cuidado mocoso!- Dijo el conductor mientras lanzaba una palabrota que Charlie ignoró completamente.
-¿Viste lo hermosa que era?- Dijo Charlie con un gran brillo en sus ojos, el tono de su voz era entusiasmado.
-La vi de espaldas, ¡menudo trasero tenía!- dijo Sebastian mientras soltaba una risa.
-Deja de ser estúpido y dime, ¿la viste o no?
-Si, la vi, es bonita, pero vamos amigo, no sabes ni quién es.
-No sé quién es, pero no hay algo que me pueda impedir saberlo- Dijo Charlie mientras corría de vuelta a la avenida donde había visto a esta chica, Sebastián nada más pudo notar que había salido corriendo.
-¡Ey calma!- Dijo Sebastián agitado mientras trataba de alcanzarlo.
-¡Espérame en la casa, ahora voy!- Dijo Charlie mientras corría más rápido.
Sebastián paró y sólo asintió.

Casi llegando a la estación del metro, Charlie intentaba buscar a la chica, cuando de repente vió que se asomó una corta cabellera negra en el tumulto de gente; Charlie apurándose más logró alcanzarla.
-¡Jey!- Dijo Charlie agitado mientras se abría paso en la multitud.
La chica apartó uno de sus auriculares al sentir que una mano tocó su hombro.
-¿Nos conocemos?- Preguntó la chica un poco asustada, Charlie mirándola fijamente a los ojos, admiraba sus pupilas.
-Emmm... no, sólo... lo siento... -Retrocedió Charlie apenado.
-Dime qué pasa, ¿necesitas algo?- Preguntó la chica mientras apartaba sus auriculares, lo observó fijamente a los ojos, a ese chico delgado, Moreno y mucho más alto que ella.
-Si, necesito hablar contigo. -Dijo Charlie apenado.
-Vale, vale, sólo espero que no me drogues jaja-Dijo la chica mientras sonreía.
-¿Vamos al café?- Preguntó Charlie.
-Está bien.

Ya en la casa, Sebastián se recostó en el sofá de la sala y empezó a pasar los canales, cuando de repente suena el timbre.
-¿Quién es? -Preguntó Sebastian mientras se levantaba del sofá bostezando.
-Soy yo, Johnny.
Sebastián abrió de golpe los ojos y se dirigió a la puerta.
-Hola Sebas, ¿está Charlie? -Preguntó Johnny mientras lo miraba fijamente a los ojos.
-No, se quedó en la avenida persiguiendo a su enamorada jaja.
-¿Qué?, ese tipo hace todo por amor jaja, espero que la "enamorada" no lo salga estafando o algo por el estilo, en fin, se merece a alguien y es un buen chico.
-Ña, si. -Dijo Sebastián en tono sarcástico e irónico.
-Jaja.
Se quedaron mirando por un momento y al final Sebastián decidió romper el silencio.
-¿Pasas?- Preguntó Sebastián
-Dale.